Durante el embarazo, la salud debe ser su principal preocupación. Al mantenerse saludable, tiene la mejor oportunidad de tener un embarazo y un parto sin preocupaciones. Aunque los suplementos vitamínicos prenatales no son absolutamente esenciales para su salud, pueden ser un gran activo a este respecto. Están formulados especialmente para madres embarazadas, con altos niveles de nutrientes esenciales que ayudan a prevenir defectos congénitos y complicaciones. Si está pensando en tener un bebé, es mejor tomar suplementos tres meses antes de la concepción para mantener altos los niveles de vitaminas.
¿Qué hace que las vitaminas prenatales sean diferentes?
Las madres embarazadas necesitan niveles mucho más altos de nutrientes, vitaminas y minerales que otros adultos. Las deficiencias pueden provocar defectos de nacimiento graves y otros problemas. Por lo tanto, los suplementos vitamínicos prenatales contienen niveles mucho más altos de ácido fólico, calcio y hierro que las multivitaminas regulares. La cantidad exacta y la formulación dependen de la marca específica. Están disponibles sin receta en las farmacias, aunque algunos tipos aún requieren receta médica. Sin embargo, siempre consulte con su proveedor de atención médica antes de tomar cualquier tipo de suplemento.
La salud ósea
Las mayores concentraciones de calcio en su cuerpo se almacenan naturalmente en sus huesos, manteniéndolos sanos y fuertes. Si no obtiene suficiente calcio a través de suplementos o una dieta diaria, su cuerpo comenzará a lixiviar los depósitos en sus huesos, haciéndolos débiles y quebradizos. La deficiencia de calcio también puede conducir a preeclampsia, una causa importante de parto prematuro y complicaciones del embarazo. Las madres deben obtener de 1, 000 a 1, 300 miligramos de calcio durante y después del embarazo. Las vitaminas prenatales pueden proporcionar alrededor de 150 a 200 miligramos por dosis, pero el cuerpo puede absorber solo 500 miligramos cada vez, por lo que es posible que desee tomar varias dosis de calcio suplementario varias veces al día.
Riesgo de anemia
La anemia ocurre cuando no suficientes glóbulos rojos entregan oxígeno a todo el cuerpo. Debido a que estos glóbulos rojos sirven tanto a la madre como al bebé en desarrollo, las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de contraer anemia. Los casos leves de anemia implican fatiga y debilidad; Sin embargo, los casos graves pueden provocar daño cardíaco. Para evitar esto, debe mantener una ingesta saludable y regular de hierro. Debe obtener al menos 30 miligramos de hierro todos los días.
Riesgo de defectos de nacimiento
Los defectos del tubo neural son anormalidades en la columna vertebral o el cerebro del feto en crecimiento. Presentan graves riesgos para la salud, ya que pueden provocar anencefalia o espina bífida. Estas condiciones son siempre devastadoras y a menudo fatales. El ácido fólico, o folato, es una de las vitaminas del complejo B, y es esencial para prevenir estos defectos congénitos graves. Sin embargo, el período crítico para garantizar la ingesta correcta de ácido fólico es entre los días 21 y 27 después de la concepción, cuando muchas mujeres aún no son conscientes de su embarazo. Es por eso que es particularmente importante que tome suficiente ácido fólico en todo momento, que contienen la mayoría de las formulaciones de vitaminas prenatales.
Otras fuentes de vitaminas
Si bien las vitaminas prenatales son un buen medio para complementar su suministro diario de vitaminas y minerales, tenga en cuenta que son solo eso: suplementos. No debe depender únicamente de las formulaciones de vitaminas prenatales para cumplir con todos sus requerimientos de nutrientes como futura madre. Al final, seguirá obteniendo la mayoría de estas vitaminas y minerales esenciales de su dieta. Haga que sus elecciones de alimentos sean lo más saludables posible. Evite el exceso de grasas y colesterol. Asegúrese de comer diariamente de cinco a seis porciones de frutas y verduras. La leche y otros productos lácteos contienen altas cantidades de calcio, las verduras de hoja verde y las legumbres tienen mucho hierro, y las carnes magras y la yema de huevo tienen un alto contenido de hierro.