Si la idea de cocinar pollo en agua caliente te llena del tipo de terror que surge de los recuerdos de parientes mayores que sirven carnes hervidas para la cena, piénsalo de nuevo. El pollo escalfado debe sumergirse en un caldo sabroso y cocinarse suavemente, dándole una textura jugosa y suave que no se parece en nada a la carne cocida servida con vegetales empapados de sus recuerdos. La caza furtiva de pollo le permite conservar su sabor y, dependiendo de lo que ponga en el caldo, puede ser tan saludable o pecaminoso como desee.
Paso 1
Ate el tomillo y las hojas de laurel con una cuerda de cocina.
Paso 2
Calienta una olla grande a fuego medio y cubre el fondo con aceite de oliva. Coloque los muslos de pollo en la olla y caliéntelos durante aproximadamente 5 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados. Agregue la cebolla, el apio y las zanahorias, luego agregue las hierbas y sazone a su gusto.
Paso 3
Vierta suficiente agua caliente en la olla para cubrir el pollo y las hierbas, luego coloque la tapa en la olla y hierva. Reduzca a fuego lento, retire la tapa y continúe cocinando durante 10 minutos.
Etapa 4
Retire la olla del fuego, vuelva a colocar la tapa y deje reposar durante aproximadamente 1/2 hora, hasta que el pollo esté bien cocido. Verifique la cocción cortando el pollo y asegurándose de que ninguna de las carnes sea rosada. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos recomienda usar un termómetro para verificar que la temperatura interna sea de al menos 165 grados Fahrenheit.
Paso 5
Vierta un par de cucharadas de caldo sobre el pollo antes de servir para darle más sabor.
Cosas que necesitarás
-
2 hojas de laurel
8 tallos de tomillo
Cadena de cocina
2 cucharadas de aceite de oliva
4 muslos de pollo, con huesos y piel.
1 cebolla blanca mediana, cortada en cubitos
2 tallos de apio, cortados en cubitos
1 zanahoria grande, cortada en cubitos
Sal y pimienta, para sazonar
Agua para hervir
Propina
Servir con puré de papas y espárragos salteados. Retenga el agua para usar como caldo. Es delicioso en sopas y risottos. Para un sabor más decadente, sustituya el aceite de oliva con mantequilla derretida. Para utilizar el pollo escalfado en innumerables otras recetas, Andrew Scrivani del "New York Times" sugiere desmenuzarlo y agregarlo a las sopas y ensaladas para obtener una solución baja en grasas y alta en proteínas.