Si sus pasteles caseros tienen un sabor delicioso pero terminan pareciendo un desastre después de su intento de glaseado, puede ser hora de tomar algunas pistas de hielo de los profesionales. Uno de los trucos para que su pastel aparezca como si un chef profesional lo horneara es congelarlo antes de agregar la guinda. Además de mantener la humedad intacta para los pasteles recién horneados, la congelación ayuda a eliminar las migas del pastel y alisa la superficie, permitiendo que el glaseado se aplique de manera uniforme y atractiva.
Paso 1
Coloque un palillo de dientes o una brocheta suavemente en el centro del pastel para probar la preparación del pastel; saque el pastel del horno cuando el palillo de dientes o la brocheta estén limpios o casi limpios y no contengan masa húmeda. Permita que el pastel se asiente en la bandeja para hornear durante aproximadamente 10 minutos después de que se haya retirado del horno.
Paso 2
Pasa un cuchillo por el borde del pastel para aflojarlo en la sartén. Coloque guantes de cocina en sus manos o agarre agarraderas por seguridad y suelte el pastel sobre una rejilla de alambre; deja que el pastel se enfríe por completo antes de prepararlo para el congelador.
Paso 3
Envuelva el pastel en dos capas de celofán o papel encerado aptos para alimentos. Envolver el pastel dos veces es imprescindible para protegerlo mientras está en el congelador. Mantenga la envoltura suelta para no dañar la estructura, pero asegúrese de que el pastel esté completamente cubierto por ambas capas de envoltura o papel.
Etapa 4
Pon el pastel en un espacio plano y despejado en el congelador. Permita que el pastel repose en el congelador durante al menos ocho horas; puedes congelar el pastel durante la noche si lo prefieres.
Paso 5
Retire el pastel del congelador cuando esté listo para aplicar el glaseado. Desenvuelva el papel con cuidado. Permita que el pastel se descongele durante 20 a 30 minutos para que esté firme pero no completamente congelado.
Paso 6
Elimine los bordes irregulares de la parte superior con un cuchillo de sierra. Permita que el pastel alcance la temperatura ambiente y luego aplique el glaseado.
Cosas que necesitarás
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Estante de alambre
Cuchillo
Celofán apto para alimentos
Papel encerado
Propina
Trabaja con el pastel en un Lazy Susan si es posible al quitar sus bordes y durante el proceso de glaseado; Lazy Susan hace que sea más fácil rotar el pastel mientras trabajas con el cuchillo o las herramientas de glaseado.
Advertencia
Tenga en cuenta cuando trabaje con pasteles delicados, como comida de ángel o bizcochos. Aplique y retire el envoltorio, antes y después de congelar, con mucho cuidado para evitar dañar la forma del pastel.