Ya sea que haya formado una amistad reciente con un granjero de pollos, o que haya adquirido una parvada en el patio de su casa, saber cómo cocinar pollo recién cortado es importante para que su plato salga bien. Inmediatamente después del sacrificio de los pollos, comienza un proceso llamado rigor mortis. Si el ave se cocina durante este período de tiempo, será extremadamente difícil y no será agradable de comer. Preparar y cocinar pollos frescos de manera adecuada asegurará que su dinero se haya gastado bien o que no se desperdicie su tiempo si fue lo suficientemente valiente como para cortar el pollo usted mismo.
Paso 1
Coloque el pollo recién sacrificado en un tazón grande con una tapa que selle. Si compró el pollo a un granjero local, puede que lo haya colocado en una bolsa de almacenamiento de alimentos o lo haya envuelto en una envoltura de plástico después de limpiar el pollo. Todavía debes colocarlo en un tazón para evitar que la sangre y los jugos goteen en tu refrigerador.
Paso 2
Coloque el tazón dentro de su refrigerador durante 24 a 48 horas. Permitir que el pollo descanse le dará a los músculos la oportunidad de relajarse antes de cocinar. Si tiene poco tiempo, serán suficientes 12 horas.
Paso 3
Retire el pollo del refrigerador y enjuáguelo por dentro y por fuera con agua corriente fría. Seque el pollo con toallas de papel limpias.
Etapa 4
Sazone el pollo con sal, pimienta y otras hierbas o especias frescas o secas que desee. Puede espolvorear el interior y el exterior del pollo, pero también puede separar la piel de la carne y frotar las especias en ese bolsillo.
Paso 5
Coloque el pollo en una asadera e insértelo en un horno precalentado a 350 grados Fahrenheit.
Paso 6
Ase el pollo por 20 minutos por libra, más 15 minutos. Si le gusta la piel más crujiente, comience a una temperatura de 450 grados durante 10 a 15 minutos, luego baje el fuego a 350 grados y continúe asando durante 20 minutos por libra.
Paso 7
Retire el pollo del horno y verifique la temperatura interna con un termómetro para carne. La temperatura debe leer 165 grados para indicar que el pollo está bien cocido. Si no, continúe asando durante cinco a 10 minutos hasta que la temperatura alcance los 165 grados. Los jugos también deben quedar claros cuando el pollo está cocido.
Cosas que necesitarás
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Tazón grande con tapa
Condimentos
Asadera
Propina
Para un sabor adicional, puede insertar cebollas picadas, dientes de ajo y hierbas frescas en la cavidad del pollo antes de asarlo.
El amarrar el pollo o atarlo antes de asarlo es opcional.
El asado y la fritura solo se recomiendan si su pollo es joven. Los pollos más viejos son duros y deben cocinarse lentamente, como en la olla de cocción lenta, durante un período de varias horas para ablandar la carne.