Quemar una salsa de espagueti generalmente ocurre cuando la temperatura es demasiado alta y la salsa es zurda desatendida y sin agitación. Mientras el sabor a quemado no haya infectado toda la salsa, probablemente pueda remediar la situación. Tenga en cuenta que tendrá que diluir la salsa para hacerlo de manera efectiva, y esto puede extender significativamente el tiempo de cocción que había planeado originalmente. Siga probando la salsa durante todo el proceso de fijación para garantizar la deseabilidad.
Paso 1
Apaga el fuego de inmediato. Quite la olla del quemador y muévala a una fría.
Paso 2
No raspe el fondo de la olla. Eso permitiría que los trozos de material quemado o demasiado dorado se asimilen en su salsa.
Paso 3
Volcar el contenido de la sartén en otra sartén de tamaño similar. Remoje la cacerola anterior en agua tibia y detergente para platos para facilitar la limpieza posterior.
Etapa 4
Agregue más base de tomate a la salsa. Use el producto de tomate dulce más natural posible, ya que la dulzura aliviará cualquier amargura duradera causada por la quema. Las cebollas dulces como la española o la vidalia son otra herramienta. Si es absolutamente necesario, use azúcar u otro edulcorante. Sin embargo, agregue edulcorante gradualmente a medida que la salsa se recalienta para regular el nivel de dulzura. Recuerde una de las reglas cardinales de la cocina: siempre puede agregar más, pero nunca puede retirarlo.
Paso 5
Permita que la salsa se reduzca en la estufa a fuego bajo a moderado. La base recientemente agregada adelgazará la salsa nuevamente, por lo que este paso es necesario para lograr la consistencia adecuada.
Paso 6
Revuelva la salsa constantemente de abajo hacia arriba para evitar que se queme nuevamente.
Paso 7
Ajuste las hierbas, el ajo y otros sabores para eliminar aún más cualquier rastro de amargor. La albahaca dulce es una opción principal aquí.