Cuando come alimentos elaborados con azúcar refinada y trigo, sus niveles de azúcar en la sangre aumentan bruscamente y luego disminuyen rápidamente, lo que genera sensación de hambre que puede llevar a comer en exceso. Con el tiempo, estos aumentos erráticos en el azúcar en la sangre y la insulina pueden conducir a problemas más graves, como un mayor riesgo de aumento de peso poco saludable, diabetes y enfermedades cardíacas. Al hacer algunos cambios saludables en el estilo de vida, y al comprometerse a mantenerlos, puede eliminar los alimentos refinados de su dieta y ayudar a garantizar su buena salud.
Paso 1
Purgue su despensa y limpie el refrigerador. Tire el azúcar granulada y todos los alimentos que contienen azúcar refinada y harina de trigo. Deshágase de los alimentos procesados como galletas, galletas saladas, cereales azucarados, pan blanco, pasteles envasados y bebidas azucaradas.
Paso 2
Cambie a productos alimenticios integrales. Aunque el proceso de refinación crea harina de trigo que hace que los panes y pasteles sean ligeros y aireados, le roba al grano nutrientes valiosos. El proceso de molienda elimina más de la mitad de las vitaminas B y alrededor del 90 por ciento de la vitamina E. Casi toda la fibra, que ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre durante la digestión, también se elimina durante el proceso de molienda.
Paso 3
Verifique la palabra "integral" cuando compre alimentos integrales. Lea la lista de ingredientes en las etiquetas de los alimentos cuando compre. Los productos integrales enumeran el grano como el primer artículo y usarán la palabra "entero" antes del grano. El primer ingrediente, por ejemplo, aparece como harina de trigo integral.
Etapa 4
Busque azúcares ocultos cuando vaya de compras. El panel de "Datos de nutrición" en alimentos envasados incluye no solo azúcar natural, que no es azúcar agregada, sino que también enumera otros azúcares agregados. Dado que encontrar azúcares ocultos puede ser complicado, busque en la lista de ingredientes y la etiqueta de los alimentos artículos como jarabe de maíz, miel, jarabe de maíz alto en fructosa, concentrados de jugo de fruta, fructosa, jarabe de arce, sacarosa, azúcar moreno, dextrosa o maltosa.
Paso 5
Coma más fruta fresca en lugar de golosinas procesadas y refinadas como dulces, galletas y donas. Los alimentos refinados y procesados están prácticamente desprovistos de beneficios para la salud. Sin embargo, las frutas frescas satisfacen su deseo de algo dulce al tiempo que proporcionan a su cuerpo fibra y nutrientes vitales como las vitaminas A y C, y minerales como el hierro y el potasio.
Paso 6
Reemplace las gaseosas azucaradas y los jugos de frutas con agua. Según la Escuela de Salud Pública de Harvard, el aumento del consumo de bebidas azucaradas ha sido un importante contribuyente a la epidemia de obesidad en los Estados Unidos. Un refresco de 20 onzas generalmente contiene de 15 a 18 cucharaditas de azúcar y hasta 240 calorías. Sin embargo, el agua no contiene azúcar ni calorías y es esencial para una buena salud y supervivencia.