Las desagradables manchas amarillas de sudor son un problema común y molesto. La transpiración funciona principalmente para enfriar su cuerpo a medida que el sudor se evapora de la superficie de su piel. Su cuerpo transpira en respuesta a la alta temperatura ambiental, el ejercicio, ciertos alimentos y la excitación emocional o sexual. El sudor normalmente es incoloro, pero puede volverse amarillento debido a la interacción con bacterias o químicos en la superficie de la piel o en la ropa. Un trastorno raro llamado cromhidrosis causa sudor de color, que puede ser amarillo, verde, azul u otro tono.
Mancha de tela
Cuando nota manchas amarillas de sudor en una camisa, con mayor frecuencia en el área de la axila, puede suponer que se debe al sudor amarillo. Pero este rara vez es el caso. Las manchas amarillas de sudor generalmente ocurren debido a una reacción química entre el sudor incoloro y los químicos de su desodorante o antitranspirante, especialmente aluminio. La descomposición de las grasas y proteínas en el sudor por bacterias y hongos normalmente presentes en su piel que se transfieren a su ropa también puede contribuir a la formación de manchas amarillas de sudor. Los pasos que puede tomar para reducir la aparición de esas temidas manchas amarillas en las axilas incluyen: - lavar su ropa lo antes posible después del uso - no aplicar el antitranspirante o desodorante en exceso - permitir que su antitranspirante o desodorante se seque antes de ponerse la camisa - - cambio a un desodorante sin aluminio
Cromhidrosis Aprocrina
La cromhidrosis es una condición rara que causa que una persona produzca transpiración de color. Esta afección generalmente afecta solo las glándulas sudoríparas apocrinas, que se limitan a las axilas, la ingle, el área del pezón de los senos, los párpados y el área alrededor de la nariz. Estas glándulas sudoríparas no se vuelven funcionales hasta la pubertad. Con la cromhidrosis, el sudor producido por las glándulas apocrinas contiene un pigmento marrón amarillento llamado lipofuscina. Las personas con esta afección generalmente secretan sudor amarillo, pero puede ser verde, azul o negro debido a la modificación química adicional de la lipofuscina. La causa de la cromhidrosis sigue siendo desconocida.
Cromhidrosis ecrina
Las glándulas sudoríparas ecrinas ocurren en prácticamente todas las áreas de la piel y se vuelven completamente funcionales a los 2 meses de edad. Estas glándulas sudoríparas son mucho más numerosas que las glándulas aprocrinas y producen la mayor parte de la transpiración secretada por su cuerpo. La cromhidrosis ecrina es aún más rara que la forma apocrina del trastorno. Esto generalmente se debe a la acumulación de colorantes u otros químicos pigmentados en el cuerpo. La cromhidrosis ecrina amarilla puede ocurrir con enfermedad hepática severa que resulta en niveles muy altos de la bilirrubina química de color amarillo en el cuerpo. El medicamento fenazopiridina (Pyridium) también puede causar decoloración amarilla o naranja de la orina, las lágrimas y el sudor.
Pseudocromhidrosis
La seudocromhidrosis, también conocida como cromhidrosis extrínseca, se refiere a la decoloración de la transpiración después de su secreción por las glándulas sudoríparas. Esta condición ocurre cuando el sudor incoloro llega a la piel y se mezcla con agentes como subproductos bacterianos, tintes de tela, químicos y pigmentos. Si el colorante es amarillo, el sudor aparecerá amarillo. El crecimiento excesivo de ciertas bacterias en la piel puede causar esta afección, aunque la decoloración del sudor no suele ser amarilla.
Próximos pasos
Las manchas amarillas de transpiración en sus camisas probablemente no indiquen que está secretando sudor amarillo ni indican un problema médico. Sin embargo, si nota decoloración amarilla de su piel o de la parte blanca de sus ojos, consulte a su médico lo antes posible. Del mismo modo, consulte a su médico si observa sudor líquido amarillento o escombros amarillos finos en los pliegues de la piel de las axilas, palmas, plantas de los pies o en otros lugares.
Revisado y revisado por: Tina M. St. John, MD