Un experto cocinero casero sabe que el mejor enfoque para cocinar el hígado en el horno depende del tipo y la edad del hígado. Los hígados de aves de corral, los hígados de ternera y los hígados de otros animales jóvenes son tiernos con un sabor suave; estos aguantan el calor seco de la cocción. La carne de res y otros hígados adultos, sin embargo, son más resistentes con un sabor potente. Lo hacen mejor con un método de cocción con calor húmedo como estofado, que brinda una buena oportunidad para templar y equilibrar el sabor del hígado. Elija una técnica adecuada para disfrutar más a fondo de esta alternativa aventurera y nutritiva al bistec y otras proteínas animales más comunes.
Hígado Asado
Paso 1
Precaliente el horno a 375 grados Fahrenheit durante unos 20 minutos. Coloque una hoja de papel de aluminio sobre una bandeja para hornear y engrase con un poco de aceite de cocina.
Paso 2
Lave el hígado con agua fría y séquelo con toallas de papel limpias. Corta el hígado en rodajas de 1/2 a 2 pulgadas de grosor, como prefieras, con un cuchillo afilado. Debido a que el hígado debe cocinarse bien (160 grados Fahrenheit) para que sea seguro, cortarlo en trozos más delgados evita que el exterior se cocine demasiado rápido.
Paso 3
Acaricie las rodajas de hígado con mucha sal y pimienta, así como otras hierbas y especias complementarias. Por ejemplo, alguna combinación de tomillo, romero, albahaca y estragón funciona bien; el curry o el chile en polvo agregan calor; y un masaje de carne es una manera fácil de impartir profundidad de sabor.
Etapa 4
Espacie los trozos de hígado en la bandeja para hornear forrada y coloque la bandeja en el medio del horno. Hornee durante 20 a 30 minutos, hasta que alcancen una temperatura interna de 160 F. Inserte un termómetro de lectura instantánea en el centro del hígado para determinar si está listo.
Hígado Estofado
Paso 1
Precaliente el horno a 325 F durante unos 15 a 20 minutos. Mientras se calienta, enjuague el hígado y séquelo con toallas de papel. Corta el hígado en rodajas de 1 a 3 pulgadas, como prefieras, con un cuchillo afilado. Sazone las piezas abundantemente con sal y pimienta, junto con otras hierbas o especias que le gustaría usar.
Paso 2
Coloque un horno holandés a fuego medio-alto en la estufa y cubra el fondo con aceite de cocina. Deja que se vuelva brillante y caliente. Deje caer las rodajas de hígado y dorelas durante unos 3 minutos, volteándolas con frecuencia para cocinar por todos los lados. Retire el hígado a un plato.
Paso 3
Vierta un líquido para estofar en el horno holandés, usando menos de lo que sumergiría completamente el hígado cuando vuelva a entrar. El vino, la cerveza y el caldo funcionan bien. Frote la punta de una espátula o una cuchara de cocina sobre el fondo del plato para liberar los restos caramelizados de la abrasión. Sazone el líquido con los aromáticos, hierbas y especias que desee. Por ejemplo, incluya zanahorias picadas, apio, cebolla, ajo, chalota, puerro, cebolleta, jengibre, romero, albahaca, estragón, tomillo, salsa de soja o ralladura de cítricos.
Etapa 4
Coloque las tiras de hígado nuevamente en el horno holandés y hierva el líquido. Coloque la tapa en la olla y póngala en el horno. Estofar el hígado durante 20 a 30 minutos, dependiendo del grosor de las rodajas de hígado, hasta que estén tiernos y horneados a 160 F, medido con un termómetro de lectura instantánea.
Cosas que necesitarás
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Toallas de papel
Cuchillo
Sal y pimienta
Hierbas y especias
Aceite de cocina
Termómetro de lectura instantánea
Propina
Modere el fuerte sabor del hígado sumergiéndolo en leche o suero de leche durante 30 minutos a 4 horas antes de prepararlo.
Advertencia
Algunas personas prefieren cocinar el hígado como lo harían con un filete, a diferentes grados de cocción. Sin embargo, las carnes del hígado y otros órganos tienen más probabilidades de tener contaminación por microorganismos más allá del nivel de la superficie, a diferencia de la carne muscular. El hígado siempre debe cocinarse a 160 F por seguridad.