Las pesas que no se han utilizado y almacenado durante mucho tiempo en un área cerrada pueden acumular óxido y suciedad. El hecho de que sus juegos de pesas estén oxidados no significa que ya no pueda usarlos. Al emplear todos los métodos a continuación, puede hacer que sus juegos de pesas se vean nuevos y utilizables nuevamente.
Paso 1
Enjuague el juego de pesas con agua limpia. Esto se hace mejor al aire libre. Desmonte cuidadosamente el juego de pesas y coloque las piezas en una cacerola o cuenco de pavo grande. Llene el recipiente con agua y deje que se desborde durante un minuto para eliminar la suciedad y los escombros.
Paso 2
Identifique las áreas oxidadas y espolvoree generosamente un polvo limpiador como Bon Ami o Ajax en el juego de pesas. Con un paño húmedo, limpie las áreas oxidadas con movimientos circulares durante 15 minutos o hasta que el óxido comience a disolverse.
Paso 3
Use un trozo de lana de acero o un cepillo de alambre para eliminar las áreas oxidadas rebeldes. Frote las áreas durante unos 10 minutos o hasta que note que el óxido comienza a desprenderse. Use guantes para lavar platos cuando use cualquiera de los artículos mencionados aquí para proteger sus manos de pequeños cortes o rasguños.
Etapa 4
Enjuague el juego de pesas con agua corriente para eliminar los restos de óxido y seque con una toalla gruesa o un paño húmedo.
Paso 5
Vuelva a colocar las partes de peso después de que se hayan secado. Sus pesas ahora están libres de óxido y listas para usar.
Cosas que necesitarás
-
Polvo limpiador
Robar lana
Pan de pavo
Tela Shammy
Guantes para lavar platos