Los huevos, la carne y la leche son las principales fuentes de proteínas en los Estados Unidos y otros países industrializados. Aunque los fabricantes varían las cantidades de proteína en sus productos según las últimas tendencias, su cuerpo siempre tiene la misma respuesta a la ingesta de proteínas, según un informe de 2013 en PLoS ONE. La digestión de proteínas implica cinco pasos.
Boca: proteína degradante
La etapa inicial de descomposición de las proteínas ocurre en la boca a través de la masticación, o lo que quizás conozcas mejor como masticar, cuando tus dientes separan grandes piezas de comida para aumentar el área de superficie y facilitar la digestión. La saliva también juega un papel crítico en el proceso de masticación al actuar como lubricante para facilitar la liberación de nutrientes y desencadenar la deglución natural. Los autores de un informe de 2019 en Food Chemistry especularon que la liberación temprana de nutrientes prepara el escenario para procesos digestivos posteriores.
Estómago: desnaturalización de proteínas
Después de masticar, traga su comida y la envía a su estómago altamente ácido. El ácido en el estómago desnaturaliza o desentraña la matriz de proteínas, lo que la hace más accesible para la digestión. Luego, su estómago libera una enzima especial llamada pepsina para comenzar a separar la cadena de proteínas en cadenas más pequeñas llamadas di y tri-péptidos, así como aminoácidos para una digestión más fácil cuando llega al intestino delgado.
Los cambios de proteínas ocurren incluso en el estómago de los bebés. Además de un papel digestivo, estos cambios tienen un papel protector. Por ejemplo, muchos de los compuestos resultantes refuerzan el sistema inmune. Esta creación temprana de sustancias protectoras ocurre porque la ubicación de la siguiente etapa, el intestino delgado, tiene una vulnerabilidad única.
Intestino delgado: mayor descomposición y absorción
Su intestino delgado es responsable de dos etapas de digestión de proteínas, incluida la descomposición continua de la proteína y la absorción. A medida que la proteína viaja por el intestino delgado, las enzimas específicas de la proteína del páncreas continúan degradando las cadenas de proteínas más grandes en dipéptidos y tri-péptidos, así como en aminoácidos.
Luego, la pared del intestino delgado absorbe estos nutrientes y los envía al torrente sanguíneo para transportarlos a los diversos tejidos de su cuerpo. La proteína del intestino delgado se usa para restaurar y reparar tejidos, producir hormonas y enzimas, y servir como los componentes básicos para la creación de huesos, músculos, piel y sangre.
Intestino grueso: eliminación de residuos
La etapa final de la digestión de proteínas ocurre en el intestino grueso. Aquí, su cuerpo absorbe electrolitos, vitaminas y agua y transmite los desechos inutilizables de su cuerpo. Si bien es muy recomendable que obtenga todos los aminoácidos esenciales de los alimentos que consume, las bacterias amigables que se encuentran en su intestino grueso pueden fabricar los aminoácidos que su cuerpo necesita para sobrevivir a partir de sustratos de carbohidratos.
Su respuesta sigue siendo la misma
Los científicos han especulado que el procesamiento de alimentos y el tamaño de las porciones pueden afectar la respuesta de su cuerpo a las proteínas, y han descubierto dos tipos de proteínas: rápida y lenta. La carne tiene muchas proteínas rápidas que juegan un papel importante en la síntesis muscular. Sin embargo, se desconoce cómo la cocción afecta estas proteínas y su digestión.
El informe de 2013 de PLoS ONE evaluó este tema en un modelo animal. Los resultados mostraron que los aminoácidos importantes alcanzan el torrente sanguíneo más rápido cuando la carne se cocina a 170 grados Fahrenheit. Sin embargo, la verdadera digestión permanece inalterada por la temperatura de cocción o el tamaño de las porciones.