La cirugía de tiroides puede consistir en una biopsia o tumorectomía, en la que solo se extrae una pequeña porción de la glándula, o una lobectomía, en la que se extrae la mitad de la glándula. La eliminación más completa del tejido tiroideo se llama tiroidectomía. Los médicos pueden recomendar la cirugía de tiroides por varias razones, que incluyen un nódulo sospechoso, cáncer o un nódulo benigno o bocio que está causando síntomas. La recuperación de la cirugía de tiroides generalmente es rápida, y podrá volver a todas sus actividades normales y rutinas de ejercicio después de su recuperación.
Actividad postoperatoria
Lo más probable es que su médico lo anime a levantarse y caminar poco después de que se haya recuperado lo suficiente de los efectos de la anestesia. Durante los primeros días después de la cirugía, experimentará cierto grado de dolor en el sitio de la incisión, y puede sentir molestias al tragar. Debe evitar cualquier trabajo o ejercicio físicamente exigente hasta después de ver a su médico en su cita postoperatoria, generalmente programada para siete a 10 días después de su operación. En este momento evaluará el progreso de su curación y puede preguntarle si es necesario realizar alguna modificación a medida que regresa a su tipo de ejercicio favorito.
Ejercicios de cuello
La cirugía de tiroides requiere que tenga el cuello extendido, o doblado hacia atrás, durante la operación. Esto puede provocar un espasmo muscular que ocasione dolor y tensión en el cuello después de la cirugía, particularmente en aquellas personas con problemas de cuello preexistentes. La Unidad de Cirugía Endocrina de la Universidad de Sydney recomienda que los pacientes realicen ejercicios de cuello antes y después de la cirugía para ayudar a reducir la tensión muscular. Estos estiramientos suaves incluyen flexión y rotación del músculo esternocleidomastoideo, flexión y extensión de los músculos posteriores del cuello, flexiones laterales para estirar los lados del cuello y encogimientos de hombros para relajar la espalda y los lados del cuello.
Ejercicios vocales
La cirugía de tiroides a veces puede causar hematomas o lesiones en el nervio laríngeo recurrente, lo que afecta su voz para hablar. Según el Departamento de Cirugía de Weill Cornell Medical College, cinco de cada 100 pacientes con tiroidectomía sufren de ronquera por hasta seis meses. Si continúa teniendo problemas con una voz ronca o débil, es posible que necesite terapia de voz. A través de ejercicios individualizados, un terapeuta de voz capacitado puede ayudarlo a desarrollar estrategias de afrontamiento para lograr una voz que suene más normal.
Consideraciones
La incisión en el cuello sanará rápidamente y, finalmente, apenas se notará. Sin embargo, el nuevo tejido cicatricial es vulnerable a los rayos ultravioleta del sol. Especialmente durante el año posterior a la cirugía, debe proteger su cicatriz del sol para lograr la mejor apariencia. Una vez que la incisión se haya curado, use un protector solar con un SPF alto en el cuello cada vez que participe en ejercicios que requieran estar al aire libre, como nadar, andar en bicicleta o caminar.