Cuando comes un ají, una sustancia llamada capsaicina te da esa sensación picante y picante. La capsaicina es tan potente que incluso se usa en aerosoles anti-oso. Sin embargo, lejos de irritar el estómago, como es de esperar, algunas pruebas sugieren que la capsaicina puede ayudar con la digestión. Esto incluye indicarle al estómago que libere más sustancias que se usan para digerir los alimentos.
Moco gástrico
En el libro "Alcaloides modernos: estructura, aislamiento, síntesis y biología", los autores señalan que la capsaicina puede estimular la actividad estomacal. En particular, la capsaicina podría indicarle al estómago que produzca más moco gástrico. Esto ayuda con el proceso de digestión. En ese sentido, la capsaicina actúa como una ayuda digestiva, acelerando el proceso. Esto respalda las sugerencias de que la capsaicina también acelera ligeramente el metabolismo, aumentando las tasas de digestión y el uso de energía en el cuerpo.
Las bacterias
Un artículo de 2009 del Centro Médico Langone de la NYU sugiere que, además de estimular las enzimas digestivas, la capsaicina también podría combatir las bacterias intestinales dañinas. En algunos casos, esta bacteria puede causar infecciones o provocar diarrea, lo que interfiere con el proceso digestivo al aflojar las heces hasta el punto en que pasan a través del intestino como líquido. Esto elimina líquidos y electrolitos del cuerpo que normalmente no se eliminan durante la digestión.
Apetito
La capsaicina también podría desempeñar un papel en frenar el apetito. Los científicos de la Universidad de Purdue descubrieron que el pimiento rojo picante ayudaba a suprimir el apetito, particularmente en personas que generalmente no comen la sustancia. Los participantes informaron menos hambre de alimentos dulces, grasos y salados. Esta falta de ganas de comer podría reducir la presión sobre su sistema digestivo. Los alimentos grasos y con alto contenido de azúcar pueden irritar el intestino o causar estreñimiento.
Consideraciones
A partir de julio de 2011, algunas pruebas apuntan a un vínculo entre el consumo de pimiento rojo fresco y algunos tipos de cáncer de estómago. Sin embargo, esta evidencia no es concluyente y está contradicha por otros informes de propiedades anticancerígenas en la capsaicina, aunque podría irritar las úlceras bucales o los problemas esofágicos existentes, como los desencadenados por la ERGE. Esto puede interferir con el proceso digestivo al causar reflujo ácido o dolor en el pecho.