Ya sea que esté viajando en un avión, un elevador que se mueve rápidamente o presenciando una tormenta eléctrica, es probable que haya notado una sensación de incomodidad física debido a los cambios en la presión barométrica. Los barómetros son instrumentos que se utilizan para medir la presión del aire y predecir los patrones climáticos, particularmente la precipitación. Del mismo modo, las articulaciones y los músculos del cuerpo están rodeados de líquido, que puede registrar cambios en la presión del aire. Muchos de estos efectos físicos son a corto plazo y no graves.
Dolor
Los cambios de presión barométrica tienden a preceder al inicio del clima húmedo, durante el cual los tejidos corporales, incluidos los músculos y los huesos, se ajustan expandiéndose en diversos grados, señala el Dr. Robert Jamison. Su expansión abrupta activa los nervios, que envían señales de dolor, lo que conduce a la sensación de dolor en esa área del cuerpo.
Problemas vasculares
A medida que los tejidos corporales se expanden, pueden aumentar la presión sobre los sistemas vasculares dentro del cuerpo. En 1997, el "British Journal of Neurosurgery" informó que los investigadores descubrieron que durante los cambios en la presión barométrica, las personas que padecían una enfermedad cerebrovascular tenían más probabilidades de sufrir una hemorragia cerebral.
Lesiones exacerbadas
Los cambios de presión barométrica también pueden agravar las articulaciones inflamadas o el tejido débil, como las cicatrices quirúrgicas, señala el Dr. Jamison. Entre las personas propensas a las migrañas, los cambios en la presión barométrica pueden desencadenar el dolor de cabeza, señala la Clínica Mayo. Quedarse en el interior durante un clima muy frío o muy ventoso puede ayudar a mitigar los efectos de la migraña, sugiere la clínica.
