Las bebidas energéticas han evolucionado en diversas direcciones a partir de las bebidas deportivas originales que se hicieron para ayudar a un atleta a recuperarse del esfuerzo físico. Estas bebidas afirman que funcionan al alterar los niveles de azúcar en la sangre con el fin de aumentar la resistencia, la energía y el rendimiento. A pesar de las afirmaciones, la evidencia científica refuta estas afirmaciones. En cambio, las bebidas energéticas pueden interferir con los mecanismos normales del cuerpo para indicar que está cansado. También pueden tener consecuencias más graves para la salud.
Gestión de niveles de azúcar
El cuerpo humano tiene un medio eficaz para controlar el azúcar en la sangre principalmente a través de la acción de dos hormonas, la insulina y el glucagón. Cuando los niveles de azúcar en la sangre aumentan después de comer o a través de otros estímulos, el páncreas libera insulina para restaurar la glucosa en la sangre a los niveles normales. Durante la actividad, el páncreas libera glucagón que, a su vez, estimula el metabolismo de los azúcares almacenados para aumentar el azúcar en la sangre y satisfacer la necesidad de energía del cuerpo. Este mecanismo se denomina sistema de retroalimentación negativa porque un valor negativo desencadena un evento.
Ingredientes de bebidas energéticas
Las bebidas energéticas contienen ingredientes que pueden alterar los niveles de azúcar en la sangre. Algunas bebidas contienen azúcares agregados que pueden manipular los niveles de azúcar y evitar el sistema de retroalimentación normal. Otros pueden contener cafeína u otros estimulantes. Estas sustancias, en efecto, engañan al cuerpo haciéndole creer que está en una situación de lucha o huida. En respuesta a esto, el cuerpo libera epinefrina o adrenalina. Los niveles de azúcar en la sangre pueden aumentar para garantizar una disponibilidad de energía adecuada. En un individuo sensible, este efecto puede conducir a hiperglucemia o niveles anormalmente altos de azúcar en la sangre, una afección potencialmente mortal.
Riesgo de diabetes
Las "Pautas dietéticas para los estadounidenses, 2010" estiman que las bebidas endulzadas, incluidas las bebidas energéticas, representan hasta el 35 por ciento del consumo diario de azúcares añadidos en la dieta estadounidense típica. Los azúcares agregados ofrecen poco o ningún valor nutricional al tiempo que aumentan los niveles de azúcar en la sangre. También conlleva un riesgo de salud más grave para el manejo del azúcar en la sangre. Un estudio realizado en 2004 por la Escuela de Salud Pública de Harvard encontró que el consumo de bebidas endulzadas aumentaba el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en las mujeres. Un estudio de 2010 realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard identificó un riesgo similar entre los hombres.
Alcohol y azúcar en la sangre
Algunas bebidas energéticas pueden contener alcohol, mientras que otras se usan para preparar bebidas alcohólicas. La combinación de azúcar, alcohol y cafeína a menudo puede resultar dañina, especialmente en individuos resistentes a la insulina. Pueden ocurrir gotas peligrosas en el azúcar en la sangre cuando estas personas consumen bebidas energéticas con alcohol. Al igual que la hiperglucemia, la hipoglucemia puede causar una variedad de síntomas, desde confusión hasta nerviosismo y convulsiones. La manipulación de los niveles de azúcar en la sangre por estas bebidas claramente no es médicamente adecuada para todas las personas.