Los omega-3 son ácidos grasos esenciales que puede obtener al comer pescado y algunos alimentos de origen vegetal como las semillas de linaza y los aceites de nueces. Un estudio publicado en 2013 en "Plos One" mostró que los escolares con altos niveles de ácidos grasos omega-3 en la sangre tenían mejores habilidades de lectura y memoria y menos problemas de comportamiento. Servir más omega-3 suena como un beneficio mutuo para padres e hijos, pero tenga cuidado de aumentar demasiado la ingesta de omega-3 de su hijo porque comer grandes cantidades de estos ácidos grasos esenciales puede producir efectos secundarios no deseados.
Problemas digestivos
Reacción alérgica leve
El pescado es uno de los alérgenos alimentarios más comunes. Comerlo puede producir síntomas como urticaria, picazón, problemas digestivos, secreción nasal, estornudos y tos seca. Por lo general, una reacción alérgica es notable en cuestión de minutos a unas pocas horas después de comer la comida. El sitio web de Investigación y educación sobre alergias alimentarias recomienda evitar el aceite de pescado si es alérgico al pescado porque puede contener trazas de proteína de pescado, lo que provoca la reacción alérgica en niños susceptibles.
Reacciones severas
Si su hijo tiene una alergia grave al pescado, puede experimentar hinchazón de los labios, la lengua y la garganta, dificultad para tragar, dificultad para respirar, dolor en el pecho, pérdida del conocimiento y pulso débil después de comer pescado o tomar suplementos de omega-3. Esta reacción requiere atención médica inmediata. La intoxicación por mercurio es otro efecto secundario potencialmente grave del pescado. El mercurio es una neurotoxina que se encuentra en algunos peces que puede afectar negativamente el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso de su hijo, produciendo síntomas como problemas de visión y problemas para caminar, oír y hablar. Para evitar niveles altos de mercurio, sirva pescado con bajo contenido de mercurio y alto contenido de omega-3, como el salmón, y conserve dos porciones semanales de pescado que son de 1 onza. Se debe evitar el pescado con alto contenido de mercurio: tiburón, pez azulejo, pez espada y caballa real.
Fuentes de Omega-3 y recomendaciones
El ácido eicosapentaenoico Omega-3 y el ácido docosahexaenoico, que se encuentran principalmente en el pescado, proporcionan los mayores beneficios a su hijo. Su cuerpo también puede usar ácido alfa-linolénico que se encuentra en la linaza y otras fuentes vegetarianas, como nueces, soya y semillas de calabaza, sus células lo convierten en omega-3, EHA y DHA. No hay una dosis recomendada de omega-3 para niños, y los alimentos varían en la cantidad de omega-3 que contienen. Los omega-3 también vienen en forma de suplemento, pero el Centro Médico de la Universidad de Maryland aconseja consultar con un médico antes de darle a su hijo un suplemento de aceite de pescado. Su médico también puede ayudarlo a determinar la dosis correcta y asesorarlo sobre cualquier problema potencial.