Las abejas producen miel del néctar de las flores. Debido a que la miel tiene propiedades antibacterianas, antioxidantes, antiinflamatorias y otras propiedades promotoras de la salud, esta sustancia naturalmente dulce es favorecida por sus beneficios nutricionales y medicinales. Se cree comúnmente que la miel cruda es superior a la miel que ha sido procesada o filtrada por calor, aunque se necesita más investigación para descubrir los efectos del procesamiento en el perfil nutricional y medicinal de la miel. Sin embargo, la miel cruda parece tener varios beneficios y riesgos mínimos.
Acerca de la miel
Se han reconocido más de 300 tipos de miel, con sabores, colores y perfiles de nutrientes únicos dependiendo del néctar específico recolectado por las abejas. Este hecho hace que la miel sea más diversa de lo que la gente cree, y es un desafío para la investigación. La miel obtiene sus calorías y dulzura de los carbohidratos, su ingrediente principal. Además, la miel pura contiene más de 200 sustancias, incluidas vitaminas, minerales, aminoácidos y fitoquímicos, o productos químicos beneficiosos para las plantas.
También pueden estar presentes pequeñas cantidades de contaminantes, como plomo, cadmio y arsénico, y la miel sin filtrar contiene partículas de cera, polen y propóleos, una sustancia resinosa que las abejas usan para mantener sus colmenas juntas. La mayoría de la miel comercial se trata con calor y se filtra para evitar la fermentación, evitar la formación de cristales y proporcionar una apariencia más clara. Sin embargo, la miel cruda es cada vez más favorecida por los consumidores, ya que se cree que la miel sin procesar retiene mayores cantidades de sustancias protectoras y proporciona más beneficios para la salud.
Propiedades antibacterianas
A lo largo de la historia, la miel ha sido cubierta de heridas para eliminar infecciones y acelerar la curación, y se ha tomado por vía oral para tratar dolores de garganta o infecciones. La miel cruda, sin procesar, se cree comúnmente que es superior en este aspecto, sin embargo, no todas las propiedades antibacterianas de la miel se ven afectadas por el procesamiento. Por ejemplo, cualquier tipo de miel es alta en azúcar, baja en agua y ácida, todas propiedades que inhiben el crecimiento bacteriano. La mayoría de los tipos de miel también generan peróxido de hidrógeno cuando se diluyen, lo que contribuye a su actividad antimicrobiana.
La miel contiene nutrientes y productos químicos vegetales como los flavonoides y los ácidos fenólicos que mejoran la inmunidad a través de la actividad antiinflamatoria y antioxidante, y se desconoce el impacto del procesamiento en estos beneficios. Algunos estudios han demostrado que tanto la miel cruda como la procesada exhiben propiedades antibacterianas, aunque la actividad antimicrobiana varía considerablemente entre los diferentes tipos de miel. Si bien el procesamiento puede estar relacionado con esta variación, la fuente botánica, o las plantas de las que derivan el néctar de las abejas melíferas, desempeña un papel importante en los niveles de estos químicos protectores de plantas.
Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Se ha demostrado que la miel tiene propiedades antiinflamatorias, que son una categoría de sustancias que pueden aliviar la hinchazón y el dolor. También se sabe que la miel posee antioxidantes que protegen al cuerpo de los radicales libres, que son sustancias dañinas que contribuyen a las enfermedades cardíacas, el cáncer y muchas otras enfermedades. Sin embargo, se cree que la fuente botánica de la miel es la principal influencia en el contenido de antioxidantes. Por ejemplo, la miel oscura es especialmente rica en antioxidantes, particularmente miel derivada de trigo sarraceno, castañas y plantas de manuka. Se desconoce el impacto del tratamiento térmico o el filtrado en el contenido de antioxidantes de la miel, pero incluso la miel tratada con calor ha demostrado que aumenta los niveles de antioxidantes en la sangre, según un estudio de investigación.
Riesgo de botulismo infantil
La miel cruda y tratada con calor puede contener esporas de la bacteria que causa el botulismo, una enfermedad rara pero grave que ataca los nervios y causa parálisis, dificultad para respirar e incluso puede causar la muerte. La miel puede ser una fuente de esporas de Clostridium botulinum y algunas otras bacterias causales, ya que estas están comúnmente presentes en el medio ambiente. Estas esporas son inofensivas si son ingeridas por la mayoría de los niños y adultos, pero el sistema digestivo de los bebés no es lo suficientemente maduro como para evitar que esta bacteria forme toxinas. Debido al riesgo de botulismo infantil, no se debe administrar ningún tipo de miel a bebés menores de 12 meses.
Riesgo de infección
Como regla, la miel es segura para el consumo de personas mayores de 12 meses. Sin embargo, si ha recibido un trasplante de órgano, su médico puede recomendarle una dieta antimicrobiana para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Estas pautas pueden recomendar evitar la miel cruda, de acuerdo con las pautas posteriores al trasplante publicadas en febrero de 2016 por la Academia Estadounidense de Médicos de Familia. Sin embargo, en los Estados Unidos no existe una definición federal de miel cruda, y no está claro que el tratamiento térmico de la miel en realidad reduzca el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Entonces, si ha tenido un trasplante de órgano, pregúntele a su médico acerca de incluir miel en su dieta.
Precauciones
Aunque la miel cruda puede ser una parte segura y beneficiosa de una dieta saludable, rara vez se ha relacionado con enfermedades debido a la presencia de toxinas naturales. La miel cruda y procesada tienen beneficios para la salud, aunque más investigaciones pueden ayudar a aclarar la diferencia entre estos tipos de miel. Si planea usar miel para tratar cualquier herida, infección o afección médica, hable primero con su médico. Si bien la miel tiene propiedades promotoras de la salud, puede que no sea un tratamiento confiable y es esencial comprender la forma más efectiva de tratar su afección.
Revisado por Kay Peck, MPH RD