Los calambres son dolorosas pero comunes contracciones musculares involuntarias. Los calambres musculares pueden afectar diferentes partes del cuerpo; en la pierna, pueden ocurrir desde el pie hasta la pantorrilla. Pueden pasarle a cualquiera, pero son particularmente comunes en atletas, adultos mayores y mujeres embarazadas. A menudo se asocian con deficiencias nutricionales u otros problemas de salud.
Calambres musculares y deficiencia de vitaminas
Casi todos han experimentado un calambre muscular en algún momento. Estos espasmos desagradables son conocidos por ser involuntarios, inesperados y dolorosos y están relacionados con una amplia gama de diferentes problemas de salud, incluidas las deficiencias nutricionales. Los calambres en las piernas son más comunes en mujeres que en hombres, y generalmente aumentan a medida que las personas envejecen.
Los calambres musculares han sido tratados históricamente con suplementos. Las vitaminas para los calambres en las piernas incluyen vitaminas del complejo B, vitamina D, vitamina E y vitamina K2. Otros suplementos nutricionales utilizados para tratar los calambres musculares incluyen el magnesio y el aminoácido, la taurina.
Los calambres y espasmos musculares, como un caballo charley en la pantorrilla, son bien conocidos por ocurrir durante o después de que las personas han hecho ejercicio. Estos tipos de calambres y espasmos generalmente están relacionados con el esfuerzo y la exposición al calor. A menudo ocurren después de un desequilibrio electrolítico.
Suplementos nutricionales para tratar los calambres
Los calambres musculares, especialmente en las piernas, pueden ocurrir por muchas razones diferentes, lo que resulta en muchos estudios científicos que informan hallazgos mixtos sobre el valor del uso de suplementos nutricionales para prevenirlos o tratarlos. Las vitaminas y minerales para los espasmos musculares casi siempre funcionan, pero encontrar el adecuado para usar como tratamiento es un asunto más complicado. No existe un tratamiento estándar para los calambres en las piernas, incluso para los comunes, como los relacionados con el embarazo.
Históricamente, los calambres musculares a menudo fueron causados por deficiencias de vitamina D. La deficiencia de vitamina D causó entumecimiento y hormigueo en las extremidades que podrían provocar espasmos y luego calambres. En estos días, sin embargo, no se ha demostrado que la suplementación con vitamina D resuelva los calambres musculares, incluso en personas con bajos niveles de vitamina D.
El magnesio es ahora una de las deficiencias nutricionales más comunes asociadas con los calambres musculares. Se ha demostrado que el magnesio oral alivia la frecuencia e intensidad de los calambres musculares en mujeres embarazadas y atletas, pero puede no ayudar a los adultos mayores que sufren estos incidentes molestos y dolorosos.
La vitamina E también se ha encontrado útil en el tratamiento de los calambres musculares, administrados solos o junto con otros medicamentos.
Las deficiencias de electrolitos y la deshidratación también pueden causar calambres musculares. Si hace ejercicio o suda, asegúrese de beber agua y asegúrese de que sus niveles de electrolitos, especialmente los de sodio, estén bajo control. Mantener tus electrolitos equilibrados te permitirá rehidratar tu cuerpo de manera más efectiva y evitar calambres musculares.
Aunque a menudo se administran otras vitaminas, minerales, suplementos nutricionales y medicamentos para tratar los calambres musculares, a menudo no son muy efectivos o no ayudan en absoluto. Hable con su médico si experimenta calambres musculares para que pueda determinar el tratamiento que sea mejor para usted.