Las glándulas en el cuello uterino y la vagina producen pequeñas cantidades de líquido que se expulsan de la vagina en diferentes momentos durante el ciclo reproductivo. Todas las mujeres experimentan algún flujo vaginal como parte regular de la vida. Cuando el moco vaginal se vuelve espeso y gelatinoso, cambia de color u olor o se acompaña de otros síntomas, puede indicar un trastorno subyacente.
Vulvovaginitis
La vulvovaginitis es una inflamación o infección de la vulva y la vagina causada más comúnmente por bacterias, levaduras, virus y otros organismos infecciosos. MedlinePlus señala que la vulvovaginitis también puede desarrollarse como resultado de enfermedades de transmisión sexual, irritantes químicos y falta de higiene. Los síntomas de la vulvovaginitis incluyen hinchazón dentro y alrededor del área vaginal, picazón en el área genital, flujo vaginal gelatinoso, olor vaginal y ardor al orinar. El tratamiento para la vulvovaginitis depende de la causa subyacente. Hay varias opciones de tratamiento disponibles, que incluyen antibióticos, cremas antifúngicas, antihistamínicos y crema de cortisona.
Cervicitis
La cervicitis significa literalmente inflamación del cuello uterino, que es la parte del útero que se abre hacia la vagina. Muchas mujeres con cervicitis no experimentan síntomas, pero las que sí experimentan flujo vaginal gelatinoso con color u olor desagradable, dolor al orinar, aumento de la frecuencia urinaria y manchado entre períodos. La cervicitis puede desarrollarse como resultado de enfermedades de transmisión sexual, reacciones alérgicas a los condones o productos de higiene femenina o crecimiento excesivo de bacterias. El tratamiento con antibióticos se usa para la cervicitis bacteriana, pero otros tipos generalmente desaparecen por sí solos. MayoClinic.com recomendó abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que la inflamación haya desaparecido.
Gonorrea
La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual común causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, que prospera en lugares cálidos y húmedos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La gonorrea se puede transmitir a través del contacto genital directo, así como el contacto con la boca o el ano de una persona infectada. En aquellos que experimentan síntomas, los síntomas generalmente aparecen entre dos y cinco días después de la infección, pero el proceso puede demorar hasta treinta días. Los síntomas de la gonorrea incluyen ardor al orinar, aumento del flujo vaginal gelatinoso y manchado. Las mujeres con gonorrea tienen un alto riesgo de desarrollar complicaciones futuras, por lo que si estos síntomas están presentes, es importante buscar atención médica. La gonorrea a menudo se puede tratar con antibióticos, sin embargo, debido a las cepas de bacterias resistentes a los antibióticos, el tratamiento es cada vez más difícil.
