El ejercicio puede hacer muchas cosas para mejorar la apariencia estética, pero tiene sus límites. Algunos métodos de ejercicio pueden afirmar que "alargan" los músculos y crean cuerpos "largos y delgados", sin embargo, su genética tiene el máximo control sobre su altura. Afortunadamente, hay maneras de mejorar la postura y la alineación de su cuerpo a través del ejercicio, creando la ilusión de una versión más alta de usted mismo.
Estilo de vida y postura
Una buena postura puede hacer maravillas con tu apariencia. Tómese un momento para ponerse de pie, relajar los hombros hacia atrás y probablemente notará que se siente más alto y tal vez incluso un poco más seguro. Desafortunadamente, la mayoría de las personas pasan la mayor parte de sus vidas sentadas, ya sea que estén encorvadas sobre un escritorio en el trabajo o descansando en el sofá de su casa. Con el tiempo, estos hábitos pueden resultar en deficiencias posturales y músculos tensos, evitando que logre esa apariencia larga y delgada que viene con una alineación adecuada y una buena postura.
Deficiencias posturales
La columna vertebral tiene una curva natural: una ligera curva hacia atrás en el cuello y la espalda baja, y una ligera curva hacia adelante en la parte superior y media de la espalda. Algunas de estas curvas pueden exagerarse o incluso aplanarse y pueden causar dolor y opresión en el cuerpo. Dos de las deficiencias posturales más comunes son la cifosis excesiva, que resulta en una posición de la cabeza hacia adelante y una parte superior de la espalda redondeada, y una lordosis excesiva, que resulta en una posición de la espalda baja hiper-extendida. Corregir la alineación y la postura puede mejorar estas deficiencias, lo que resulta en una apariencia más alta.
Yoga y pilates
Yoga y Pilates son dos ejemplos de prácticas de ejercicio que se centran en la alineación adecuada y las técnicas de respiración. La respiración adecuada es un componente del ejercicio que a menudo se pasa por alto y que juega un papel valioso para ayudar a que los músculos se relajen, permitiéndole estirarse más profundamente en las posturas y aliviar la tensión en el cuerpo. Tanto el yoga como el Pilates incorporan movimientos que fortalecen el núcleo, lo que también puede contribuir a una mejor postura. Si bien estas prácticas de ejercicio no "alargan" técnicamente los músculos, sí te enseñan a ser más consciente de tu cuerpo y de cómo te portas, tanto dentro como fuera del aula.