Las inmunoglobulinas juegan un papel crítico en la función inmune: actúan como anticuerpos que evitan que se enferme. Sus células B producen inmunoglobulina y, a veces, su cuerpo puede retrasar el proceso de fabricación. Su médico puede recomendar terapias tradicionales para aumentar la producción de inmunoglobulina, aunque también puede incluir ciertos nutrientes en su dieta para ayudar con esta acción.
Vitamina a
Comer alimentos ricos en vitamina A puede ofrecer beneficios para sus niveles de inmunoglobulina. La Facultad de Medicina de Harvard sugiere que la vitamina A influye en las células B, un tipo de inmunoglobulina. Un estudio presentado en la edición de marzo de 1994 de "Clinical and Diagnostic Laboratory Immunology" sugiere que la vitamina A también aumentó el nivel de inmunoglobulina en los niños. Incluya alimentos como huevos, crema, hígado y riñones para obtener más vitamina A en su dieta.
Zinc
Aumente sus niveles de inmunoglobulina al consumir zinc. La investigación presentada en el "Journal of the Indian Medical Association" de febrero de 2010 indica que el zinc aumenta los niveles de inmunoglobulina en pacientes con tuberculosis. Las ostras son particularmente altas en este nutriente, aunque también puede complementar su ingesta de zinc al comer carne roja, mariscos, carne de cerdo y aves de corral, frijoles horneados, anacardos, frijoles y queso.
Vitamina e
Se sabe que la vitamina E influye positivamente en las cantidades de inmunoglobulina en la sangre. La evidencia de la edición de febrero de 2008 de "Anatomia, Histologia, Embryologia" señala una correlación entre la ingesta de vitamina E y la inmunoglobulina; Aunque este estudio se realizó en pollos, se necesita investigación en humanos para confirmar este hallazgo. Coma alimentos como hígado, huevos, nueces, verduras de hoja verde oscuro, batatas y aguacate para obtener más vitamina E en su plan de comidas.
Licopeno
El licopeno, el compuesto que da color rojo y rosado a las frutas y verduras, puede elevar los niveles de inmunoglobulina. Un estudio publicado en noviembre de 2007 en el "Journal of Endocrinological Investigation" mostró que esto mejoraba el nivel de estas células en pacientes con diabetes. Los tomates son una excelente fuente de licopeno, al igual que las sandías, los albaricoques y las toronjas rosadas. El licopeno es más conocido por prevenir enfermedades del corazón.