El trastorno por déficit de atención con hiperactividad, o TDAH, afecta del 4 al 12 por ciento de los niños estadounidenses en edad escolar, según la Academia Estadounidense de Pediatría. Aunque el TDAH se diagnostica con mayor frecuencia después de que los niños ingresan a la escuela, la mayoría de los expertos coinciden en que la tendencia a desarrollar TDAH ya está presente al nacer. Muchos padres también informaron haber visto signos de TDAH incluso antes de que sus hijos puedan caminar. No todos los bebés que desarrollan TDAH presentan síntomas. Sin embargo, hay señales tempranas a tener en cuenta si sospecha que el comportamiento de su bebé justifica ver a un médico o especialista en comportamiento.
Búsqueda de atención
Los bebés con TDAH requieren más atención y cuidado que otros. A menudo están angustiados e incómodos de complacer o manejar. Esto puede implicar cólico o llanto inconsolable excesivo cuando no hay ningún problema aparente. Los padres de bebés con TDAH han informado que sus bebés también necesitan ser cargados, mimados o mecidos constantemente. Para un padre cuyo trabajo es el cuidador principal de un bebé con TDAH, esto puede ser agotador y aparentemente interminable.
Inquietud extrema
La inquietud es otro síntoma de TDAH que se observa en bebés. Una serie de problemas, síntomas que van desde la incapacidad de quedarse dormido o quedarse dormido y los patrones de sueño deficientes hasta ser retorcidos y menos dispuestos a abrazarse en sus horas de vigilia, son comunes. Además de estos comportamientos, los bebés inquietos pueden ser difíciles de alimentar o tener problemas para aceptar fórmulas infantiles.
Berrinches
Muchas madres pueden confesar que las rabietas comienzan antes de que sus bebés se conviertan en niños pequeños. Los bebés con TDAH en particular son conocidos por presentar problemas con el temperamento. Golpeando uno o ambos pies, pateando y gritando a un lado, los bebés con TDAH también pueden participar en comportamientos más problemáticos, como balancearse excesivamente en sus cunas o sillas de bebé. Sin embargo, lo más angustioso es que se golpeen la cabeza contra las cunas u otras superficies duras.
Debido a que los síntomas del TDAH en los bebés a menudo pueden ser comportamientos comunes con los bebés en general, es más probable que estos síntomas continúen mientras los mismos comportamientos desaparecen en otros niños de la misma edad. Lo más importante, hable con su médico si estos comportamientos son consistentes o se mantienen a medida que su hijo crece hasta los primeros años.