No caigas en la mítica zona de quema de grasa que figura en el monitor de frecuencia cardíaca de tu máquina de cardio favorita en el gimnasio. Aunque quemarás una mayor proporción de grasa a carbohidratos en esta zona de frecuencia cardíaca moderada, quemarás más energía en general, y más grasa a largo plazo, si haces ejercicio a un ritmo más intenso. Sin embargo, puede engañar a su cuerpo para quemar grasa con unos pocos hábitos simples.
Paso 1
Bebe agua helada. Un proceso conocido como termogénesis quema energía para elevar la temperatura del agua helada a la temperatura de su cuerpo. Un estudio realizado por investigadores alemanes publicado en el "Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism" de diciembre de 2003 encontró que el metabolismo de una persona aumenta en un 30 por ciento después del consumo de aproximadamente dos vasos de agua de 8 onzas y permanece elevado durante aproximadamente una hora.
Paso 2
Reduzca la cantidad total de calorías que consume. Su cuerpo quema grasa cuando usa más energía de la que consume al comer o beber. La forma más fácil de lograr este déficit energético es a través de la restricción calórica. Quemar calorías a través de un ejercicio cardiovascular intenso también contribuye a la escasez de energía.
Paso 3
Agregue intervalos a sus entrenamientos de cardio. Después de solo dos semanas de entrenamiento en intervalos aeróbicos, los participantes en un estudio de 2006 publicado en el "Journal of Applied Physiology" aumentaron su oxidación de grasas durante el ejercicio en un 36 por ciento. Una posible explicación para esto es que su cuerpo requiere oxígeno para metabolizar la grasa, y la aptitud cardiovascular y el consumo de oxígeno de los participantes aumentaron durante el estudio. Por lo tanto, tenían mayor oxígeno disponible para el metabolismo de las grasas. Haga que los intervalos funcionen para usted utilizando la escala de tasa de esfuerzo percibido, o RPE. Haga ejercicio a aproximadamente 8 de cada 10 en la escala durante aproximadamente dos minutos seguido de dos minutos a aproximadamente 3 o 4.
Etapa 4
Deje de comer dos o tres horas antes de acostarse. Mientras duermes, tu cuerpo aún necesita energía para mantener un corazón que late, regular la respiración y realizar otras funciones. Cuando dejas de comer bien antes de golpear el heno, tu cuerpo alcanza la grasa almacenada para sus necesidades de energía. Aunque los requerimientos de energía durante el sueño son más bajos que cuando estás despierto, toda esa energía proviene de la grasa almacenada.
Paso 5
Desarrolle tejido muscular magro para aumentar la grasa quemada durante el sueño. El músculo quema más energía que la grasa, incluso mientras estás en reposo. Puede lograr la hipertrofia, un aumento en el tamaño muscular, levantando pesas tres días a la semana. Elija ejercicios que trabajen todos sus grupos musculares y realice tres series de 12 repeticiones de cada ejercicio.