Nexium y Prilosec son medicamentos que pertenecen a una clase de medicamentos conocidos como inhibidores de la bomba de protones. Los inhibidores de la bomba de protones son medicamentos que disminuyen la producción de ácido en el estómago para permitir que cicatricen las llagas en el revestimiento del estómago y el esófago. El uso a largo plazo de Nexium y Prilosec puede provocar varios efectos secundarios adversos.
Candidiasis esofágica
Según el sitio web de Nexium, la supresión a largo plazo del ácido del estómago con Nexium y otros inhibidores de la bomba de protones puede conducir al crecimiento de hongos en el revestimiento del esófago. Normalmente, el ácido del estómago mata los hongos y otros microorganismos que ingresan al cuerpo a través del consumo de alimentos. La candidiadiasis esofágica causa dolor al tragar y se trata con medicamentos antimicóticos.
Deterioro hepático
De acuerdo con MayoClinic.com, Prilosec y otros inhibidores de la bomba de protones se metabolizan en el hígado. El hígado descompone Prilosec y Nexium en subproductos que pueden eliminarse fácilmente del cuerpo. La exposición a largo plazo del hígado a altos niveles de inhibidores de la bomba de protones conduce a insuficiencia hepática debido al daño de las células hepáticas. Los signos de daño hepático incluyen picazón, coloración amarillenta de la piel y los ojos, dolor abdominal superior derecho, heces de color arcilla y orina oscura.
Fracturas
MayoClinic.com afirma que el uso a largo plazo de inhibidores de la bomba de protones como Prilosec y Nexium puede aumentar el riesgo de fracturas óseas en el cuerpo. Prilosec y Nexium suprimen el ácido del estómago que inhibe la absorción adecuada de calcio de los alimentos. Las fracturas óseas son más comunes en adultos mayores que han estado tomando altas dosis de inhibidores de protones durante mucho tiempo.
Pancreatitis
Según el sitio web de Nexium, el uso de Nexium puede causar pancreatitis o inflamación del páncreas. El uso de Prilosec también puede causar pancreatitis. El páncreas es un órgano importante que libera insulina y glucagón, que son importantes para el control de los niveles de azúcar en la sangre. Los signos y síntomas de la pancreatitis incluyen dolor abdominal, heces grasas, fiebre, escalofríos, náuseas, ictericia y pérdida de peso.
