El menisco, que es una estructura ubicada dentro de la articulación de la rodilla, es un sitio común para las lesiones. El tratamiento para un menisco dañado depende de la gravedad y la causa de la lesión; su médico puede ayudarlo a determinar el mejor curso de tratamiento. Una vez que su lesión haya sanado, deberá hacer ejercicio para recuperarse y prevenir complicaciones. Su médico y fisioterapeuta pueden revisar su historial médico personal con usted para decidir si caminar es una buena opción de ejercicio o si su riesgo de una nueva lesión es demasiado alto para caminar.
Lágrimas de menisco
Su menisco, que es una pieza de cartílago con forma de letra "C", actúa como un amortiguador, ya que ayuda a lubricar su articulación y limita su rango de movimiento para protegerlo contra lesiones. Los meniscos se encuentran en varias articulaciones del cuerpo, incluidas las rodillas. Un menisco desgarrado en la rodilla es una lesión común. En la mayoría de los casos, las roturas del menisco son causadas por torsiones, sobre la extensión de la rodilla o por otros movimientos bruscos que ejercen una tensión excesiva sobre el cartílago. Parte de su plan de tratamiento es determinar los movimientos que causaron el desgarro, de modo que pueda evitar volver a desgarrarlo en el futuro.
Tratamiento
El tratamiento inicial para una rotura de menisco es aplicar hielo, elevar y descansar la rodilla para reducir el dolor y la inflamación. Es posible que incluso necesite usar muletas o usar una rodillera para limitar la carga de peso y el movimiento en la rodilla. Si el dolor y la inflamación son severos, su médico puede recetarle medicamentos. Durante este período, la fisioterapia puede ayudar a controlar los síntomas, además de enseñarle cómo fortalecer y estirar de manera segura los músculos que sostienen la rodilla. Es importante seguir los consejos de su médico y fisioterapeuta sobre qué ejercicios hacer, porque si un menisco desgarrado no sana adecuadamente, puede terminar con una rodilla que es crónicamente dolorosa e inestable y puede aumentar su riesgo de desarrollar osteoartritis. informa Mayo Clinic.
Caminando
Caminar es una buena manera de aflojar la articulación de la rodilla y comenzar a sentirse cómodo colocando peso sobre la rodilla. Cuando se trata de ciertas actividades, como caminar, su terapeuta puede evaluar la forma en que camina para detectar problemas que pueden contribuir a un menisco desgarrado. Sin embargo, cada caso es único y no existe un programa de rehabilitación adecuado para todos los pacientes. Algunos pacientes vuelven a su nivel de actividad previo a la lesión en unas semanas, mientras que otros toman meses, señala el Centro Ortopédico de St. Louis. El período de tiempo que debe transcurrir antes de que pueda volver a caminar sin volver a rasgar el menisco depende de cuánto tiempo tarda su cuerpo en sanar, su nivel de acondicionamiento físico y qué tan duro trabaja para recuperarse.
Consideraciones
Para reanudar la caminata, su terapeuta puede sugerirle que realice ciertos ejercicios para corregir los desequilibrios musculares o los patrones de caminata, como rodar hacia adentro o hacia afuera sobre el pie. También puede beneficiarse de las ortesis que ayudan a corregir la colocación del pie para que se ejerza menos presión sobre la rodilla. Tendrá que aprender a caminar sin torcer las rodillas, ya que los movimientos de rotación son la causa más común de desgarros de menisco, según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos. A medida que reanude su programa de caminata, deberá controlar su rodilla para detectar signos de una nueva lesión, como dolor, rigidez, hinchazón, sensación de atrapamiento o bloqueo o inestabilidad de la rodilla. Si se presentan síntomas, es posible que deba cambiar la intensidad de la frecuencia de su programa de caminata, o combinarlo con caminar en el agua o actividades sin carga de peso, como andar en bicicleta, para quitar la presión de la rodilla. También es posible que deba evitar caminar sobre colinas o terreno irregular hasta que su rodilla se fortalezca.