El aceite de coco es una grasa triglicérida de cadena media derivada del coco. La mayoría de las grasas saturadas e insaturadas que consumimos son grasas triglicéridas de cadena larga. Debido a que el aceite de coco es de cadena media, es más fácil para el cuerpo metabolizar que los triglicéridos de cadena larga. A partir de 2011, no hay estudios que sugieran que la grasa de cadena media por sí sola puede reducir el cáncer, pero la grasa de cadena media es prometedora como tratamiento contra el cáncer cuando se combina con una dieta cetogénica.
Aceite de coco
El aceite de coco contiene triglicéridos saturados de cadena media. Los triglicéridos de cadena larga no pueden ingresar al torrente sanguíneo desde el tracto intestinal directamente. Los ácidos biliares ayudan a convertirlos en moléculas de grasa solubles en agua que ingresan al torrente sanguíneo a través del sistema linfático. A diferencia de los triglicéridos de cadena larga, los triglicéridos de cadena media no requieren ácidos biliares para su digestión y pueden ingresar al torrente sanguíneo sin tener que pasar primero por el sistema linfático. Los triglicéridos de cadena media son, por lo tanto, más fáciles de metabolizar, ingresan al torrente sanguíneo de una manera similar a la forma en que ingresa la glucosa.
La grasa como tratamiento contra el cáncer
Las células cancerosas son células simples que prosperan mejor con glucosa. No está claro si pueden usar la grasa como fuente de energía. Entonces, en teoría, una dieta alta en grasas podría crear un ambiente hostil para las células cancerosas. Sin embargo, el cerebro no puede usar la grasa como combustible. Cuando la glucosa es limitada, las neuronas usan cuerpos cetónicos, un subproducto del metabolismo de las grasas, como fuente de energía. Las células cancerosas no tienen los mecanismos para generar las mitocondrias adicionales, o motores celulares, necesarios para metabolizar los cuerpos cetónicos.
La dieta cetogénica
El Dr. RM Wilders desarrolló la dieta cetogénica en la década de 1920 como tratamiento para las convulsiones en niños epilépticos. La dieta restringe los carbohidratos a 10 a 15 g diarios y las proteínas a 1 g por kilogramo de peso corporal. Las calorías restantes provienen de la grasa. A partir de 2011, el departamento de obstetricia y ginecología del Hospital de Würzburg utiliza la dieta como tratamiento para pacientes en etapas avanzadas de cáncer. La investigación existente indica que una dieta cetogénica puede detener el crecimiento del cáncer (Ref. 4, 5, 6)
El aceite de coco como tratamiento contra el cáncer
El aceite de coco es una grasa saturada, y las grasas saturadas son menos propensas que las no saturadas a formar sustancias químicas que inducen cáncer cuando se digieren. Entonces, comer aceite de coco podría ayudar a prevenir el cáncer en primer lugar. Una dieta cetogénica administrada a pacientes con cáncer a menudo incluye un gran porcentaje de triglicéridos de cadena media, ya que esta composición de grasa parece más efectiva para reducir el crecimiento del cáncer. Pero a partir de 2011 nadie sabe el papel exacto que juegan los triglicéridos de cadena media en el tratamiento del cáncer.