Los antojos de alcohol se comparan con la necesidad de hambre, que varía en intensidad y síntomas. Un informe de la Asociación Americana de Psicología dice que los antojos de alcohol ocurren como una respuesta fisiológica a señales internas o externas, como recuerdos agradables de beber o el aroma del alcohol. El equilibrio nutricional es importante para reducir los antojos de alcohol y los efectos secundarios comunes de la abstinencia, como ansiedad o tensión, poca energía y falta de sueño, así como malestar digestivo y trastornos intestinales.
Panes, Pasta y Arroz
Los alimentos complejos que contienen carbohidratos son importantes para reducir los antojos de azúcar asociados con la recuperación de alcohol. Los carbohidratos complejos se convierten en glucosa en la sangre y se usan como energía. Sin embargo, a diferencia de los alimentos simples que contienen azúcar, como los dulces o las papas fritas, los carbohidratos complejos le permiten retener la energía por más tiempo y no provocan una fiebre del azúcar ni un choque. Los especialistas en prevención de recaídas del noroeste del Pacífico dicen que los azúcares simples de estas fuentes producen una reacción química que induce estrés en su cuerpo, lo que aumenta los antojos de alcohol. Elija carbohidratos complejos hechos de granos enteros, trigo o salvado. La pasta integral, el arroz integral y la avena son alimentos que aportan energía y que también proporcionan vitaminas y minerales para el funcionamiento saludable del sistema nervioso.
Plátanos, guisantes y verduras de hoja verde
Las vitaminas B son extremadamente importantes en la recuperación del alcohol y la reducción del antojo, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Este grupo de vitaminas proporciona a su cuerpo energía para combatir la fatiga, ayuda en la producción de glóbulos rojos para las funciones apropiadas del cerebro y el corazón, y ayuda a metabolizar los nutrientes adecuadamente durante la digestión. Estas vitaminas también son importantes para aumentar la producción de serotonina, lo que ayuda a reducir la incidencia de depresión y ansiedad experimentada durante la abstinencia inicial del alcohol. Comer diariamente de cinco a ocho porciones de frutas y verduras proporciona cantidades adecuadas de vitaminas B. Elija refrigerios con plátanos y pasas, o coma una ensalada de almuerzo llena de verduras como lechuga romana, brócoli y espinacas. Agregue guisantes o remolachas como guarnición para la cena y disfrute de las naranjas, toronjas o melones como postre.
Pollo, Salmón y Lácteos
La proteína es importante para mantener la salud muscular y de los tejidos, así como para mediar los neurotransmisores en su cerebro que afectan el estado de ánimo, el sueño y la digestión. Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, una dieta de recuperación saludable incluye aumentar la ingesta de proteínas. El pollo al horno, a la parrilla o asado, sazonado con pimienta, hierbas y especias es una buena fuente de proteínas. El pescado, como el salmón, el atún y la caballa, también son opciones bajas en grasas. Elija productos lácteos elaborados con leche baja en grasa, como yogur o queso, como bocadillos. Trate de no comer carnes rojas grasas durante su recuperación inicial porque esto puede causar problemas de colesterol alto y presión arterial.
Necesidades nutricionales adicionales
En caso de alcoholismo crónico, puede necesitar nutrientes específicos para la recuperación, como la tiamina. La tiamina es una vitamina B que a menudo es deficiente en personas con alcoholismo a largo plazo. Consulte a su médico sobre un suplemento de tiamina y coma alimentos como carne de cerdo, soja y germen de trigo para aumentar la ingesta diaria de esta vitamina. Limite su consumo de cafeína, lo que puede provocar antojos de alcohol, de acuerdo con Lawrence Wilson, MD en el Centro para el Desarrollo. Coma tres comidas balanceadas y tres meriendas pequeñas todos los días para prevenir la desnutrición. Beba al menos 64 onzas de agua al día para prevenir la deshidratación y apoyar la salud renal.