La adrenalina, también llamada epinefrina, es una hormona secretada por las glándulas suprarrenales, que se encuentran encima de cada uno de los riñones. Una vez liberadas por estas glándulas, la adrenalina produce una variedad de efectos en su cuerpo, incluidos aumentos en su ritmo cardíaco.
Ya sea que lo llame epinefrina o adrenalina, sus efectos sobre su ritmo cardíaco se desencadenan a través de interacciones con ciertos portales en las superficies de sus células llamadas "receptores adrenérgicos".
Propina
La adrenalina es una hormona que prepara su cuerpo para una respuesta de "lucha o huida", que incluye aumentar su ritmo cardíaco para bombear más oxígeno a sus músculos.
Conceptos básicos de adrenalina
La adrenalina es importante para la supervivencia básica. Cuando experimentas estrés emocional o te encuentras con una situación físicamente peligrosa, tu cuerpo se prepara para una acción rápida al activar tu respuesta de "lucha o huida", según la Red de Salud Hormónica. Esta respuesta comienza en una región de su cerebro llamada hipotálamo, que hace sonar la alarma y desencadena una mayor producción de adrenalina en sus glándulas suprarrenales.
Estas glándulas también aumentan la producción de otra hormona llamada cortisol. Mientras que el cortisol suprime la actividad no esencial y prepara su cuerpo para la reparación de daños, la adrenalina acelera su ritmo cardíaco, aumenta sus suministros de energía y aumenta su presión arterial.
Epinefrina y frecuencia cardíaca
La adrenalina en el torrente sanguíneo logra sus efectos sobre la frecuencia cardíaca al estimular los receptores adrenérgicos en las células de todo el tejido cardíaco. Una vez estimulados, estos receptores transmiten el mensaje de lucha o huida a un tipo especializado de proteína llamada proteína G. A su vez, las proteínas G estimulan otras sustancias dentro de las células que provocan un efecto de alerta en cascada.
El mecanismo de acción de la epinefrina provoca un aumento en la frecuencia cardíaca, así como un aumento en la fuerza de cada contracción cardíaca individual.
Producción excesiva de adrenalina
En circunstancias normales, su cuerpo limitará su respuesta de lucha o huida a momentos de emergencia genuina y volverá a la función normal cuando sea apropiado. Sin embargo, si su respuesta de lucha o huida se dispara repetidamente o se mantiene activa a largo plazo, el aumento resultante en sus niveles sanguíneos de adrenalina y cortisol puede alterar significativamente los procesos funcionales normales en todo su cuerpo, informa la Clínica Mayo.
Además de la enfermedad cardíaca, las posibles consecuencias de esta interrupción incluyen obesidad, depresión, trastornos del sueño, empeoramiento de las afecciones cutáneas existentes, problemas de digestión y deterioro de la memoria. También puede experimentar síntomas como sentirse nervioso o nervioso, mareado, aturdido, inquieto, irritable y podría tener visión borrosa.
Epinefrina versus norepinefrina y más
La adrenalina en el torrente sanguíneo también desencadena la relajación de las células musculares lisas en todo el cuerpo, señala StatPearls. Cuando experimentas un estrés físico o emocional significativo, tu glándula suprarrenal produce otras dos hormonas, llamadas noradrenalina y dopamina, además de la adrenalina y el cortisol.
Junto con la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina pertenecen a una clase de sustancias llamadas catecolaminas. Según Michigan Medicine, su médico puede analizar su sangre u orina para detectar la presencia de catecolaminas excesivas si tiene presión arterial alta o un tumor llamado feocromocitoma, que se sabe que aumenta anormalmente los niveles de adrenalina y noradrenalina.