Existen claras y significativas ventajas para la salud al desayunar. Tener esta comida es más importante que cuando la comes. Sin embargo, si sus mañanas son flexibles y usted tiene control sobre cuándo se sienta a la mesa, puede valer la pena comer su comida tan pronto como se despierte.
Beneficios de desayuno
Incluso si espera un momento para desayunar después de despertarse, todavía le está haciendo un favor a su cuerpo. Un desayuno diario ayuda a controlar el hambre más tarde en el día, reduce el riesgo de obesidad, lo alienta a tomar decisiones más saludables y le brinda más energía para la actividad física y el ejercicio. La nutricionista "Eating Well", Brierley Wright, MS, RD, también señala que los que desayunan tienden a tener niveles más bajos de colesterol y pueden obtener nutrientes esenciales más saludables como fibra, calcio, zinc y hierro.
Sincronización
El desayuno activa su metabolismo por la mañana, por lo que comer poco después de levantarse puede aumentar su nivel de energía de inmediato y alentarlo a ser más activo durante la mañana y la tarde. Sus niveles de azúcar en la sangre son naturalmente bajos cuando se despierta, por lo que comer dentro de unos 60 minutos después de levantarse puede ayudar a prevenir un bloqueo completo del azúcar en la sangre. Sin embargo, si espera hasta casi la hora del almuerzo para comer, su energía puede ser agotadora y podría terminar comiendo en exceso durante la primera comida del día, explica la Universidad Internacional de Florida.
Tener hambre
No todos se sienten hambrientos cuando se despiertan por la mañana. Si no desea comer justo después de levantarse, palear una comida puede hacer que se sienta incómodo, por lo que Wright dice que está bien esperar un tiempo antes de desayunar. "Tomar el desayuno no tiene que ser lo primero que haces cada día", señala. "Solo asegúrate de que cuando comas, tu comida sea algo que te sostenga por unas horas". Para una comida de alta energía, el dietista "Cooking Light" Holley Johnson Grainger, MS, RD, recomienda elegir alimentos que ofrezcan grasas saludables, proteínas magras y carbohidratos complejos, como queso en cadena con galletas integrales o mantequilla de nueces y trigo integral Inglés mollete.