La diabetes causa niveles elevados de azúcar en la sangre o glucosa, y es muy sensible a la dieta. Aunque no se ha demostrado que ningún alimento reduzca el azúcar en la sangre rápidamente, ciertos alimentos pueden reducir el azúcar en la sangre con el tiempo. Los alimentos ricos en fibra, como los frijoles y las verduras sin almidón, pueden mejorar el control de la glucosa para las personas con diabetes. Comer una dieta rica en ácidos grasos monoinsaturados de pescado y aceite de oliva también puede ayudar a equilibrar el azúcar en la sangre. La dieta mediterránea incluye estos alimentos nutritivos. Si bien no hay una dieta específica o un plan de alimentación recomendado para la diabetes, incorporar estos alimentos a su dieta puede mejorar su control de glucosa en sangre.
Fibra
Múltiples estudios han examinado el efecto de la fibra en el control del azúcar en la sangre. Un estudio de octubre de 2000 en "Diabetes Care" informó que aumentar la cantidad de alimentos ricos en fibra en la dieta de las personas con diabetes tipo 1 (DMT1) resultó en un mejor control de la glucosa durante 6 meses. Las personas con DM1 no producen suficiente hormona insulina, lo que permite que el cuerpo use glucosa en la sangre para obtener energía. Los participantes en este estudio recibieron un aumento de fibra en forma de verduras, como alcachofas, guisantes y brócoli; frutas, como frambuesas, peras y manzanas; y legumbres, como guisantes, lentejas y frijoles negros. El efecto de la fibra sobre el azúcar en la sangre puede extenderse a la diabetes tipo 2 (DM2), en la cual el cuerpo no usa la insulina adecuadamente. Sin embargo, según el "Diabetes Care" de enero de 2014, los estudios han demostrado que la cantidad de fibra necesaria para reducir los niveles de azúcar en la sangre puede ser más de 50 gramos al día, demasiado para esperar que la persona promedio consuma. Por ahora, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomienda que las personas con diabetes consuman la misma cantidad de fibra que la recomendada para el público en general.
Dieta mediterránea
La dieta mediterránea incluye legumbres, frutas, verduras, cereales sin refinar, aceite de oliva y pescado. Además de prevenir la enfermedad cardiovascular, una dieta mediterránea conduce a un mejor control de la glucosa en los diabéticos tipo 2, concluyó la ADA. Los alimentos de la dieta mediterránea, como el pescado y el aceite de oliva, son ricos en ácidos grasos monoinsaturados, que ayudan a controlar los niveles de glucosa en sangre. Una revisión de marzo de 2013 en el "American Journal of Clinical Nutrition" declaró que, en comparación con una dieta convencional, la dieta mediterránea se asocia con un mejor control del azúcar en la sangre y la pérdida de peso en las personas con diabetes. Sin embargo, para los participantes en estos estudios que perdieron peso, es difícil para los investigadores saber si sus niveles de azúcar en la sangre mejoraron debido a la pérdida de peso o porque se adhirieron a la dieta mediterránea.
Otras dietas
Las dietas veganas y vegetarianas se han relacionado con un mejor control de la glucosa y la pérdida de peso. La dieta vegana, que excluye toda la carne, los lácteos y el pescado, se ha relacionado con niveles mejorados de hemoglobina A1C, un marcador del azúcar en sangre promedio de una persona en los últimos 2 a 3 meses. Sin embargo, se necesita más investigación, ya que el mejor control del azúcar en la sangre en las dietas veganas solo se observó cuando las calorías estaban restringidas y las personas también perdían peso.
Advertencias
Debido a que un nivel alto de azúcar en la sangre puede causar problemas de salud graves, es importante saber qué síntomas debe buscar. Tener un nivel alto de azúcar en la sangre hace que sienta mucha sed, cansancio y que necesite orinar con más frecuencia. También puede experimentar un aumento del hambre, hormigueo en las manos y los pies o notar infecciones frecuentes. Si comienza a sentir náuseas, está extremadamente cansado o nota un aliento con olor a fruta, busque atención médica inmediata. Estos son signos de cetoacidosis diabética. Si no se trata, la afección podría provocar dificultad para respirar, pérdida de conciencia e incluso la muerte.
