Nunca falla: llegas al gimnasio, te pones un traje, comienzas a hacer ejercicio y luego corres al baño y pierdes tu comida. No puede ponerse en forma o mantenerse en forma si no puede evitar vomitar durante un entrenamiento. Su cuerpo es una máquina finamente ajustada que necesita la cantidad correcta de fluidos y nutrientes para funcionar correctamente. No manejarías tu auto sin agregar aceite o gasolina y tu cuerpo no es diferente. Para ponerse en forma o mantener su forma física, necesita aprender qué comer y beber, y cuándo comer y beber, para que pueda hacer ejercicio.
Baja azúcar en la sangre
Hacer ejercicio temprano por la mañana antes de tomar un desayuno pequeño reduce los niveles de azúcar en sangre, que ya están bajos, lo que provoca mareos, náuseas y vómitos. Si hace ejercicio en el medio del día o de la noche, esperar para comer hasta después de su entrenamiento hace que su cuerpo reaccione de la misma manera. Las rutinas anaeróbicas como la natación o el levantamiento de pesas drenan las reservas de glucosa en la sangre de su cuerpo. Para evitar enfermarse durante o después de un entrenamiento, coma una comida pequeña y ligera aproximadamente dos a cuatro horas antes de comenzar a hacer ejercicio. Elija alimentos pre-entrenamiento con cuidado. Los alimentos grasos no se sientan fácilmente en el estómago mientras hace ejercicio, así que elija un refrigerio con alto contenido de carbohidratos con niveles más bajos de grasa. Incluya proteínas magras, como nueces sin sal, en su comida.
Estrés y ansiedad
Ponerse nervioso o ansioso antes de su entrenamiento puede provocar náuseas, especialmente si está compitiendo contra el reloj. El estrés previo al entrenamiento hace que su cuerpo libere hormonas del estrés, lo que puede provocar náuseas y vómitos. Si las hormonas le molestan el estómago lo suficiente, es posible que no pueda comer un refrigerio o una comida antes del entrenamiento, empeorando su situación.
Fluidos o nutrientes incorrectos
Comer o beber alimentos y líquidos incorrectos puede causar malestar estomacal y vómitos. Estos incluyen bebidas deportivas de alta potencia, bebidas con cafeína y alcohol. Entre los culpables de alimentos: alimentos picantes y grasosos, edulcorantes artificiales, fructosa y alimentos con productos lácteos. Si toma un analgésico antiinflamatorio no esteroideo, puede enfermarse.
Tome nota de lo que ha consumido (bebidas, refrigerios y comidas) mientras trabaja para eliminar las causas del vómito durante los entrenamientos. Escriba cuánto tiempo pasó entre su última comida y un entrenamiento. Intente eliminar un alimento o bebida a la vez mientras busca los alimentos y bebidas que funcionan mejor para su cuerpo. Si las comidas altas en carbohidratos causan problemas, agregue una proteína magra a sus comidas y reduzca la cantidad de carbohidratos que consume. Si una bebida deportiva de alta concentración causa problemas, diluya una botella antes de su entrenamiento o quédese con agua corriente. No pase por alto la posibilidad de una alergia alimentaria. Hable con su médico y dígale lo que está sucediendo. Él puede ayudarlo a confirmar o descartar un problema de intolerancia alimentaria.
Cinetosis
Es posible que tenga un sistema del oído interno altamente sensible que se ve agravado por el movimiento de su cuerpo durante el ejercicio. Fijar su mirada en un punto de la habitación mientras hace ejercicio ayuda a que su oído interno y sus ojos trabajen en sincronía, reduciendo así la probabilidad de náuseas y vómitos. Si normalmente cierra los ojos mientras hace ejercicio, esto también puede enfermarlo, ya que su cuerpo no puede coordinar las señales que provienen de su oído interno. Si mirar un punto fijo no funciona, hable con su médico acerca de tomar un medicamento contra las náuseas antes de hacer ejercicio.