Tanto el páncreas como el hígado tienen papeles importantes en la digestión de los alimentos. Cuando come, las señales de su tracto digestivo activan ambos órganos para secretar las sustancias necesarias para digerir los alimentos. Estos productos químicos solo deben secretarse cuando son necesarios para evitar desperdiciar los recursos tanto del hígado como del páncreas.
Función de jugo pancreático
El páncreas produce varias proteínas especiales diferentes conocidas como enzimas. Una de estas enzimas, conocida como amilasa, es necesaria para descomponer el almidón, que también se llama amilosa. El páncreas también produce una serie de enzimas diferentes que descomponen las proteínas; Estas enzimas son activadas por otra enzima conocida como pepsina. Finalmente, el páncreas segrega una enzima conocida como lipasa, que es necesaria para descomponer las grasas.
Secreción de jugo pancreático
Debido a que el páncreas secreta tantas enzimas, es importante que el jugo pancreático solo se secrete cuando hay alimentos que necesitan ser digeridos. Tres productos químicos estimulan el páncreas: colecistoquinina, secretina y gastrina. La colecistoquinina es producida por células en los intestinos cuando se detectan proteínas y grasas en el tracto digestivo. Estas mismas células también producen otra hormona, la secretina, que estimula el páncreas. Finalmente, la gastrina, que es sintetizada por las células en el estómago, también hace que el páncreas libere sus jugos digestivos.
Función biliar
Comprender qué estimula la secreción de bilis requiere que comprenda el papel de la bilis en el tracto digestivo. Las grasas y los aceites no se mezclan bien con los líquidos a base de agua, que incluyen las sustancias que se encuentran en el tracto digestivo. Esto hace que la grasa forme glóbulos grandes, lo que evita que la lipasa actúe de manera eficiente y también perjudica la absorción intestinal de las grasas. La bilis rompe estos glóbulos al servir de puente entre las moléculas de agua y las moléculas de grasa.
Secrecion de bilis
La bilis es producida por el hígado y se almacena en la vesícula biliar. Cuando consumes grasas, los ácidos grasos en tus intestinos estimulan la secreción de colecistoquinina. Esta hormona hace que la vesícula se contraiga y también relaja una estructura conocida como esfínter de Oddi, permitiendo que la bilis fluya hacia el intestino delgado. Cuando los alimentos parcialmente digeridos se vierten en el intestino delgado, el ácido estomacal sobrante desencadena la producción de secretina, que también activa la vesícula biliar.