Es de esperar una caída en su ritmo cardíaco después de que termine de hacer ejercicio, ya que hacer ejercicio eleva su ritmo cardíaco. Pero si su frecuencia cardíaca disminuye mientras hace ejercicio, o permanece elevada después de que haya terminado, podría tener un problema cardiovascular que justifique atención médica. Si experimenta cambios repentinos en la frecuencia cardíaca durante o después del ejercicio, debe compartir esta información con su médico y averiguar qué se considera un rango seguro para usted.
Síncope Vasovagal
Síncope es un término médico que se refiere a desmayos o pérdida de conciencia, como resultado de un flujo sanguíneo reducido al cerebro y una frecuencia cardíaca reducida. La deshidratación, el esfuerzo o incluso el estrés emocional pueden desencadenar un síncope vasovagal. E incluso si no se desmaya, esos desencadenantes pueden hacer que su frecuencia cardíaca disminuya. Los episodios vasovagales leves a menudo son breves y cuando se recupera, su ritmo cardíaco se elevará nuevamente. Si tiene múltiples episodios, informe a su médico. El tratamiento puede incluir bloqueadores beta u otros medicamentos o técnicas para ayudarlo a evitar los desencadenantes vasovagales.
Taquicardia auricular
Las arritmias cardíacas, frecuencias cardíacas anormales, pueden causar grandes fluctuaciones durante y después del ejercicio. Un tipo de arritmia, llamada taquicardia auricular, se caracteriza por aturdimiento y disminución de la frecuencia cardíaca, así como una frecuencia cardíaca especialmente rápida que comienza en las cavidades superiores del corazón. Los medicamentos pueden ser suficientes para tratar la afección, aunque puede ser necesaria la ablación por radiofrecuencia.
Taquicardia supraventricular
Este es otro tipo de arritmia, más común entre los jóvenes. También implica una frecuencia cardíaca muy rápida, a menudo provocada por el ejercicio, pero algunas veces precipitada por una disminución de la frecuencia cardíaca antes de que comiencen las palpitaciones. Los latidos cardíacos rápidos pueden continuar después de que termine el ejercicio, aunque con agua, descanso y técnicas como cerrar la nariz y la boca mientras se intenta exhalar, el episodio puede llegar a su fin. La ablación suele ser la forma de tratar este ritmo cardíaco anormal.
Consideraciones
Para ayudar a evitar problemas de frecuencia cardíaca, hágase una prueba de esfuerzo con su médico para averiguar el estado de salud de su corazón y su preparación para el ejercicio. Además, beba agua antes, durante y después de su entrenamiento y preste atención a cualquier sensación de mareo o aturdimiento. Siéntate y dile a alguien que tienes estos sentimientos. No trate de seguir haciendo ejercicio si su cabeza y / o corazón le dicen que se lo tome con calma.