Brazos y manos cansados, piernas y hombros cansados: estos pueden ser la consecuencia de una serie de condiciones físicas y opciones de estilo de vida. El embarazo y el uso excesivo se encuentran entre varios factores que podrían estar causando que tus músculos se sientan débiles.
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La fatiga muscular del brazo puede ser causada por el embarazo, la edad, la falta de uso, el uso excesivo y ciertas enfermedades crónicas.
Los riesgos de la fatiga del brazo
Los riesgos de fatiga del brazo se pueden clasificar con riesgos para toda fatiga muscular. Según un artículo publicado en mayo de 2013 por Frontiers in Physiology, en un individuo sano, la fatiga muscular puede ser temporal y la recuperación puede ocurrir rápidamente. Sin embargo, cuando la fatiga muscular proviene de ciertos factores, como enfermedades crónicas, elecciones de estilo de vida o lesiones, puede persistir.
Cuando la debilidad muscular es persistente, esto puede generar riesgos y perpetuar un ciclo de inactividad y desgaste muscular que exacerba ciertas enfermedades y afecciones, como la hipertensión y el síndrome metabólico. Hay varios factores que pueden causar fatiga muscular, incluido el embarazo, la edad, el uso excesivo, la falta de uso y la enfermedad.
Embarazo y edad
No es raro experimentar brazos y piernas cansados durante el embarazo. En un artículo de 2016 publicado por Patient.info, el médico general y autor médico, Dr. Mary Harding, sugiere que los altos niveles de esteroides en la sangre combinados con la falta de hierro pueden causar debilidad muscular. A pesar del cansancio muscular, aún puede hacer algunos ejercicios ligeros. Solo tenga especial cuidado al hacer ejercicio y consulte a su médico sobre las actividades físicas que puede realizar.
La edad es otro factor cuando se trata de fatiga muscular. A medida que envejecemos, nuestros músculos tienden a debilitarse. Dicho esto, el ejercicio sigue siendo esencial a medida que envejecemos, ya que ayuda a aumentar la potencia y la fuerza muscular. Solo asegúrese de hacer ejercicio con cuidado e incluso puede ser aconsejable tener supervisión en ciertos casos.
Falta de uso y uso excesivo
Según el Dr. Harding, la "falta de uso" también puede ser una causa de fatiga muscular. La falta de uso muscular, o el descondicionamiento, puede suceder como resultado de un estilo de vida sedentario. Cuando los músculos no se usan, las fibras musculares se reemplazan en parte con grasa.
En consecuencia, los músculos pierden volumen y se cansan más fácilmente durante la actividad física. Por ejemplo, si sus músculos están inactivos, puede experimentar fatiga en el brazo o en el antebrazo al levantar una caja o bolsa pesada que puede no haberse sentido tan pesada cuando sus músculos estaban en forma.
En el otro lado de la falta de uso, hay un uso excesivo. El uso excesivo de los músculos durante la actividad física o el sobreentrenamiento es otra razón por la que pueden estar fatigados. La Clínica Mayo señala que el uso excesivo puede ser causado por errores en el entrenamiento, como realizar demasiada actividad física demasiado rápido o errores técnicos, lo que implicaría usar una forma deficiente. Puede evitar el uso excesivo al caminar, usar la forma y el equipo adecuados y aumentar lentamente su nivel de actividad.
Ciertas enfermedades crónicas
El Dr. Harding describe varias enfermedades crónicas asociadas con la debilidad muscular, que en algunas condiciones pueden atribuirse a la reducción del suministro de sangre y nutrientes a los músculos.
Ejemplos de estas enfermedades incluyen anemia, que reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno a los músculos; diabetes, que disminuye el suministro de sangre a los nervios pequeños; enfermedad arterial periférica, que está relacionada con la acumulación de colesterol; y enfermedad cardíaca, que reduce el suministro de sangre en momentos de alta demanda.
Otras enfermedades que pueden causar músculos cansados son la enfermedad renal crónica y la enfermedad pulmonar crónica. Los músculos también pueden verse afectados por ciertos trastornos o síndromes del sueño, como el síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, tiroides hipoactiva e inflamación muscular.