El aminoácido N-acetil-cisteína, o NAC, tiene poderosas propiedades antioxidantes. Es una versión ligeramente modificada de N-acetil-L-cisteína y parece ofrecer la forma más óptima de este antioxidante. Los antioxidantes ayudan a prevenir la inflamación y el daño celular, lo que lo hace potencialmente útil para una serie de afecciones. La investigación indica que ha demostrado beneficios para una amplia gama de condiciones, pero no todos los estudios mostraron resultados positivos. Hable con su médico antes de usar NAC o cualquier otro tipo de suplemento, especialmente si toma algún medicamento.
Dosis
Las dosis efectivas de NAC dependerán de su razón para usarlo. Comience con 500 mg diarios para protección antioxidante general, mientras que otras condiciones requieren dosis más altas. Hable con su médico sobre el uso de este suplemento para asegurarse de tomar una dosis lo suficientemente alta como para producir efectos terapéuticos, pero no demasiado alta como para causar problemas. Tomar más de 7 g al día se ha relacionado con la toxicidad en las células: cuando se trata de terapias naturales, más no necesariamente es mejor.
Enfermedades degenerativas
Un estudio dirigido por Muhammed Zarfullah publicado en una edición de enero de 2003 de Cellular and Molecular Life Sciences descubrió que NAC podría ayudar a tratar enfermedades degenerativas, afecciones que empeoran progresivamente, al proteger las células sanas del daño. También parece bloquear la apoptosis, el proceso mediante el cual las células se autodestruyen. Los ejemplos de enfermedades degenerativas incluyen la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.
Trastornos respiratorios
NAC puede prevenir la acumulación de moco característica de tantos trastornos respiratorios. NAC también puede ayudar a reducir el daño oxidativo que contribuye a los problemas respiratorios. El Centro Médico de la Universidad de Maryland señala una investigación que mostró que el uso de NAC redujo los brotes de bronquitis crónica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o EPOC; sin embargo, un estudio no logró mostrar beneficios para reducir la incidencia de bronquitis crónica. Otros trastornos respiratorios que podrían beneficiarse incluyen enfisema, fibrosis quística y asma, aunque no existe una gran cantidad de investigación a partir de 2010.
Protección antioxidante general
Varios factores estresantes externos pueden causar estragos en el cuerpo, como el humo del cigarrillo, la contaminación y el alcohol. Aumentan la producción de radicales libres, compuestos inestables que dañan las células sanas. Incluso la persona más sana no puede evitarlos a todos. Un suplemento antioxidante como el NAC podría ofrecer protección general, pero solo debería servir como complemento de las opciones de estilo de vida saludable.
Inmunidad y toxicidad
NAC puede reducir los efectos negativos provocados por productos químicos tóxicos y reacciones a medicamentos, especialmente acetaminofeno. Este aminoácido también podría reducir los efectos secundarios asociados con los medicamentos de quimioterapia comunes doxorrubicina y cisplatino. También podría mejorar la inmunidad. Un pequeño estudio realizado en la Universidad de Génova y publicado en una edición de julio de 1997 del European Respiratory Journal, encontró que quienes usaban NAC experimentaron síntomas de gripe menos graves. Las investigaciones de S. Deflora, S. Grassi y L. Carati encontraron que tomar 1, 2 g de NAC diariamente durante seis meses resultó en menos síntomas de gripe; Sin embargo, tanto el grupo que tomó el suplemento como el grupo que usó un placebo tuvieron la misma incidencia de infección con el virus de la gripe.
Advertencias
La suplementación con NAC podría elevar los niveles de homocisteína, un aminoácido que podría aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Los suplementos pueden causar náuseas, vómitos y diarrea. NAC podría interactuar con inhibidores de la ECA y fármacos inmunosupresores.