Las piscinas son una gran parte de la diversión del verano con familiares y amigos. Después de todo, la natación es una forma efectiva de ejercicio, así como una forma de relajarse y aliviar el estrés del día. Pero para disfrutar de manera segura estos beneficios, debe protegerse de las posibles causas de una erupción en la piscina.
Propina
Cuando tienes una erupción después de pasar el rato junto a la piscina, existen algunos posibles culpables. Estos van desde alergias por erupción por cloro hasta virus de "viruela". Tomar nota cuidadosa de sus síntomas puede ayudar a determinar la causa de su erupción en la piscina.
Tratamiento de la sensibilidad al cloro
Una sospecha de erupción por cloro rara vez es una respuesta alérgica literal, según el Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología. Pero muchas personas con este nivel de sensibilidad al cloro desarrollan un tipo específico de dermatitis de contacto al nadar en piscinas tratadas. Es posible que tenga urticaria o lesiones con costras, junto con secreción nasal, tos o dificultad para respirar.
Si un alergólogo confirma este tipo de erupción por cloro, puede recetarle una crema con corticosteroides. Además, asegúrese de enjuagarse tan pronto como salga de la piscina si sabe que es sensible a los químicos de la piscina.
Lidiando con un "RWI"
Los Centros para el Control de Enfermedades advierten que las piscinas y otros tipos de agua son posibles zonas de reproducción para enfermedades de agua recreativa, o RWI. Puede recoger un sarpullido RWI de una piscina o jacuzzi, así como cuerpos de agua naturales como lagos u océanos. También conocida como "picazón de nadador" o "erupción en la bañera de hidromasaje", la reacción de la piel es causada por la contaminación relacionada con el crecimiento bacteriano o los químicos.
Los síntomas de la erupción en la piscina incluyen una erupción con picazón que puede tener ampollas, que ocurre hasta 48 horas después de la exposición a la bacteria pseudomonas. Estas erupciones cutáneas con picazón pueden tener pequeñas protuberancias rojas. Esta erupción puede aparecer en todo el cuerpo, o solo en los brazos, las piernas o el tronco del cuerpo y puede ser similar a la varicela.
Sin tratamiento, una erupción en la piscina generalmente desaparecerá por sí sola en aproximadamente siete días. Sin embargo, si la piel se infecta, consulte a su médico para obtener asesoramiento y tratamiento. Los antihistamínicos de venta libre y los tratamientos calmantes contra la picazón, como los baños coloidales de avena o las compresas frías, pueden ayudar a aliviar la picazón. Bañarse en agua a la que se agrega bicarbonato de sodio también calmará la piel.
Alejar al "poxvirus"
Suena como un hechizo mágico, y ciertamente el poxvirus conocido como Molluscum contagiosum puede hacerte sentir completamente maldecido. Este tipo de erupción de una sesión de piscina o jacuzzi en realidad no proviene del agua. Pero debido a que el contacto con la piel y tocar toallas infectadas son muy comunes en situaciones de natación, estos desencadenantes comunes de moluscos se consideran un tipo de erupción en la piscina.
Estas protuberancias redondeadas y con picazón se pueden encontrar prácticamente en cualquier parte del cuerpo, dependiendo del punto de contacto. Ver a un médico es su curso de acción recomendado, porque la erupción puede durar meses o incluso años sin tratamiento. Congelar o raspar las protuberancias, o aplicar una pomada recetada son los tratamientos más comunes, según la Clínica Mayo.
¡Mira antes de saltar!
El mantenimiento adecuado de la piscina, incluidos los niveles de cloración adecuados para luchar contra el crecimiento bacteriano, es un factor clave para prevenir la erupción de la piscina. Pruebe la piscina de su casa al menos una vez al día. Cualquier agua calentada necesita pruebas frecuentes porque las bacterias crecen más en agua tibia, lo que puede provocar una erupción en una piscina o bañera de hidromasaje.
Antes de saltar a cualquier piscina, busque agua que sea lo suficientemente clara como para ver a través de al menos 10 pies de agua. Además, evite compartir toallas o entrar en contacto con personas que puedan tener sarpullido.