Antes de que la comida esté a la vista, el cerebro prepara al cuerpo para la digestión. La sola idea de la comida puede desencadenar una liberación de productos químicos en el estómago. El proceso de digestión luego continúa en la boca, avanza hacia el estómago y luego termina en los intestinos.
Fase Cefálica
En la fase cefálica de la digestión, la anticipación de los alimentos prepara al cuerpo para la digestión, la absorción y el uso de nutrientes en los alimentos, según un artículo publicado en 2008 en "Appetite". El aspecto sensorial de la comida, como la vista y el olfato, influye en los comportamientos alimenticios. Por ejemplo, el olor de un plato favorito puede preparar el escenario para comer en exceso. Esto ocurre como resultado de la activación del bulbo raquídeo por la entrada sensorial relacionada con los alimentos. El bulbo raquídeo controla las funciones autónomas como los latidos del corazón y la respiración. La sensación de comida en la boca o los pensamientos relacionados con la comida envían señales al bulbo raquídeo a través del nervio vago para estimular la liberación de químicos estomacales, pepsina y ácido clorhídrico, que juegan un papel en la descomposición de los alimentos. El nervio vago es el más largo de los nervios craneales, o nervios que se originan en el cerebro, y se extiende a través del abdomen.
Según los investigadores, esta respuesta probablemente está influenciada por el péptido orexigénico grelina, que es una proteína que se encuentra principalmente en el estómago pero también existe en el cerebro. "Orexigenic" literalmente significa "estimulante del apetito". La grelina es capaz de comunicar señales cerebrales. Por lo tanto, la grelina es lo que estimula el apetito. La grelina también influye en la cantidad de grasa de los alimentos que se absorbe en el cuerpo.
Fase gástrica
La fase gástrica de la digestión comienza cuando los alimentos ingresan al estómago, lo que hace que el estómago se extienda. Luego, el estómago continúa liberando los químicos digestivos ácido clorhídrico y pepsina, estimulados primero en la fase cefálica. Este proceso ayuda a mejorar la ingesta y la digestión de alimentos, según un artículo publicado en 2010 en el "Boletín Biológico y Farmacéutico". Cuando los alimentos están en el estómago o la boca, el reflejo vago-vagal comunica qué nutrientes, como los carbohidratos y los componentes proteicos, están presentes. Según los comentarios, se liberan los niveles requeridos de productos químicos digestivos. Hay receptores de sabor en la boca que pueden detectar qué nutrientes se han ingerido.
Fase Intestinal
La secreción química del estómago cesa una vez que comienza la fase intestinal de la digestión. Esta acción se inicia por el estiramiento del duodeno y la secreción de la hormona enterogastrona. La enterogastrona controla la secreción de ácido estomacal principalmente cuando la grasa llega al duodeno, según un artículo publicado en 2008 en "Contemporary Endocrinology". El duodeno es una porción corta del intestino delgado que conecta el estómago con el resto del intestino delgado. Cuando ocurre este proceso, el apetito disminuye para detener el consumo de alimentos.