El eccema es más que solo piel seca. La condición se caracteriza por la inflamación de la piel que causa picazón severa. Según un estudio en la revista Acta Dermato Venereologica, el eccema es una condición crónica que tiende a recaer y a exacerbarse. El eccema (al que su médico puede referirse como dermatitis atópica) puede verse afectado por muchos factores, desde el clima hasta la crema hidratante que usa hasta sus niveles de estrés. Tanto el estrés físico como el emocional pueden ser los principales desencadenantes de un brote de eccema con picazón, rojo y doloroso, por lo que controlar el estrés es una parte importante del tratamiento del eccema.
Eccema: un trastorno psicodermatológico
El eccema se considera un trastorno psicodermatológico, lo que significa que es una condición física vinculada a la salud emocional. Cuando estás estresado en el trabajo o la escuela o abrumado por facturas o proyectos en casa, tu piel puede reaccionar. Para muchas personas, el eccema está bien controlado con tratamientos. Pero para aquellos cuyo eccema no responde bien a los tratamientos, como humectantes y ungüentos tópicos con corticosteroides, es hora de ver si el estrés está desencadenando o empeorando los síntomas del eccema.
Estrés prenatal
Un estudio publicado en el Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology examinó el impacto del estrés materno durante el embarazo en la probabilidad de que un niño desarrolle eczema. Los investigadores encontraron que las mujeres que estaban estresadas durante el embarazo dieron a luz a bebés que tenían un mayor riesgo de desarrollar eccema antes de su segundo cumpleaños.
El problema del estrés y los arañazos
Si bien no se entiende exactamente cómo se produce el eccema, los expertos sí saben que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. Cuando alguien se siente estresado, puede comenzar a rascarse la piel. Ese rascado, según la Academia de Médicos de Familia, puede empeorar la piel ya irritada por el eccema. La piel se irrita y pica más, provocando más rasguños. El estudio Acta Dermato Venereologica señaló que cuando están estresadas, las personas con eccema comienzan a sentir picazón y no pueden resistir la necesidad de rascarse.
Tratamiento del estrés y el eccema
Para reducir los brotes de eczema, trate bien su piel y mantenga el estrés bajo control. Según la Organización Mundial de Alergia, puede abordar el eccema de varias maneras. Aprender sobre el eccema y cómo manejarlo es esencial para quienes lo padecen, así que trabaje con su dermatólogo o médico de atención primaria para tratar su eccema y educarse. Mantenga la piel hidratada aplicando frecuentemente cremas hidratantes ricas y use cremas con esteroides tópicos según sea necesario para reducir la inflamación. Si su médico lo sugiere, los antihistamínicos orales, la terapia ultravioleta, los apósitos húmedos, las cremas antimicóticas y los antibióticos también pueden ser efectivos en casos muy graves. Para calmar el estrés, la AFP recomienda técnicas de relajación y manejo del estrés, así como ejercicio. Para el estrés y la ansiedad graves, la psicoterapia e incluso los medicamentos contra la ansiedad pueden ayudar.