Los corredores a menudo experimentan dos variedades distintas de dolor de estómago después de correr: calambres musculares abdominales o "puntos" y dolor gastrointestinal, como indigestión. A veces, el dolor después del entrenamiento significa problemas médicos graves, como úlceras y otras enfermedades inflamatorias, por lo que es importante abordar el dolor de estómago antes de que se vuelva crónico, incapacitante o mortal.
Deshidración
Los estudios en la Universidad de Rice enfatizan que la hidratación adecuada durante el entrenamiento reduce significativamente el dolor abdominal post-carrera. La investigación no se ha dado cuenta plenamente de los muchos roles del agua en la salud fisiológica, pero uno es que el agua lubrica naturalmente el tracto gastrointestinal, optimizando tanto el tránsito de alimentos como la absorción de nutrientes. Otra es que el agua es vital para el metabolismo, ya que equilibra el potasio, el sodio y otros electrolitos que rigen la contracción y reparación muscular.
Calambres
Calambres abdominales, o puntos de sutura, es quizás la más extendida de todas las quejas posteriores a la carrera. Una puntada dolorosa puede detener su entrenamiento. La prevención de puntadas o calambres es una tarea difícil, pero la ingesta de agua adecuada antes del entrenamiento puede disminuir los calambres porque promueve un "intestino cómodo". Su estómago necesita agua para funcionar correctamente, pero tenga cuidado de no beber demasiada agua, ya que un volumen de agua elevado también puede ser incómodo. Respirar adecuadamente también desalienta los calambres. El informe de la Universidad de Rice sugiere que las respiraciones apretadas y rápidas causan espasmos musculares abdominales. Por lo tanto, es probable que la "respiración estomacal" relajada y constante durante una carrera retrase los calambres. Si tiene calambres, dos acciones ayudan: tomar respiraciones lentas y poderosas y visualizar enviándolas profundamente en la puntada; empujar el aire hacia el dolor. Un masaje suave con la punta de los dedos puede ayudar a desatar los tejidos.
La ingesta de alimentos
Evite los alimentos voluminosos o de digestión lenta antes de correr. A medida que entrenes, te familiarizarás con los alimentos que estresan tu intestino; Un enfoque sensato significa evitar los alimentos de alto volumen y alto contenido de fibra, y también los alimentos ricos en proteínas y grasas porque, como la fibra, las proteínas y las grasas se digieren lentamente y tienden a incomodarse en el estómago. En su lugar, debe consumir carbohidratos simples para obtener energía y soporte de tejidos. Las bebidas bajas en azúcar generalmente resultan menos angustiantes, y debe diluir a la mitad cualquier bebida de más de 100 calorías por taza. Los alimentos sólidos como las tostadas o los plátanos también proporcionan carbohidratos simples sin promover el dolor de estómago.
Ropa
La ropa apretada y los cinturones ajustados contribuyen al dolor de estómago después del entrenamiento. Asegúrese de que la pretina de su atuendo para correr permita suficiente espacio para que su estómago se expanda cuando respire. Deberías estar "respirando con el vientre" de todos modos; puede parecer poco natural, pero acentuar las respiraciones en el abdomen mantiene el estómago relajado y flexible. Un cinturón elástico o una pretina lo suficientemente floja le permite practicar este estilo de respiración y así disipar el dolor de estómago antes de que se vuelva incapacitante.
Graves dolencias estomacales
El dolor de estómago por enfermedad incluye apendicitis y enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn y la colitis. Cada uno contribuye al dolor después de correr y a menudo requiere un tratamiento profesional. Según los Institutos Nacionales de Salud, si su apéndice se infecta e inflama, puede explotar, propagar la infección a través de la cavidad abdominal y causar peritonitis tóxica, a veces mortal. La colitis y la enfermedad de Crohn son trastornos del sistema inmunitario y se manifiestan como infección intestinal. El dolor continuo después de correr puede indicar sangrado interno o úlceras y debe ser evaluado por un profesional.