Los suplementos de suero proporcionan proteínas dietéticas de alta calidad con poca o ninguna grasa. Sin embargo, además de sus beneficios, conllevan inconvenientes, incluidos problemas digestivos, dependiendo de cómo los use y de su fisiología personal. Al igual que con cualquier suplemento, busque el consejo de un dietista antes de agregar proteína de suero a su dieta, y consulte con su proveedor de atención médica si el suero le causa problemas digestivos.
Fondo de suero
La proteína del suero deriva de la leche como componente del líquido que queda del proceso de fabricación del queso. La proteína de suero, que contiene todos los aminoácidos esenciales para su dieta, está disponible en forma de suplemento como concentrados, aislados o hidrolizados. Los concentrados de suero se procesan mínimamente, contienen al menos 30 pero no más del 90 por ciento de proteína, con niveles variables de lactosa y poca grasa. Los aislados no tienen lactosa ni grasa y ofrecen un mínimo de 90 por ciento de proteína. Los hidrolizados se procesan aún más para predigerir parte de la proteína para una absorción más fácil. El grado en que se procesan los suplementos de suero puede afectar los problemas digestivos que pueden causar. Según MuscleandStrength.com, la ingesta promedio de suero es de 1 a 2 gramos por libra de peso corporal. A menudo se consume más por aquellos que intentan construir masa muscular.
Problemas de indigestión
Antes de que pueda beneficiarse de los nutrientes en la proteína de suero, su cuerpo debe digerirla hasta que los componentes de los alimentos sean lo suficientemente pequeños como para ser absorbidos. Su sistema digestivo está equipado para manejar un cierto volumen de alimentos, pero si consume demasiado de una vez, puede abrumar la capacidad de su tracto gastrointestinal para procesarlo. Del mismo modo, si ingiere demasiado macronutriente, por ejemplo, proteína de suero, el volumen total de alimentos puede estar bien, pero es posible que sus enzimas digestivas específicas de ese macronutriente no puedan mantenerse al día. La acumulación de suero resultante puede causar indigestión, con síntomas de dolor abdominal o hinchazón, hasta que su cuerpo procese la proteína acumulada.
Intolerancia a la lactosa
La lactosa de azúcar de la leche consiste en una molécula de glucosa y una molécula de galactosa unidas entre sí. Su intestino delgado segrega una enzima digestiva llamada lactasa que divide la lactosa en sus dos azúcares individuales para su absorción. Si su sistema digestivo produce muy poca lactasa, o ninguna, no puede digerir adecuadamente la lactosa. Esta afección, llamada intolerancia a la lactosa, causa dolor abdominal, gases y diarrea a medida que la lactosa no digerida pasa por el intestino. Los concentrados de proteína de suero contienen lactosa y pueden provocar malestar digestivo si padece esta afección.
Problemas de estreñimiento
La mayoría de las fuentes animales de proteínas contienen poca fibra dietética, y el suero no es una excepción. La fibra, aunque no es digerida por su cuerpo, contribuye a su salud gastrointestinal al proporcionar volumen a los productos de desecho que se mueven a través de sus intestinos. La fibra dietética suficiente ayuda a mantener los intestinos regulares y disminuye el riesgo de desarrollar estreñimiento. El suero no proporciona fibra a su dieta, y el consumo excesivo puede llevarlo a experimentar estreñimiento a menos que consuma alimentos ricos en fibra además del suero.