La digestión es el proceso en el que el cuerpo descompone los alimentos en moléculas que pueden usarse para alimentarse. El estómago no es el único órgano involucrado en el proceso de digestión. Una serie de órganos comprende el tracto digestivo humano, que incluye la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el hígado y el intestino grueso. Cada órgano en el tracto digestivo juega una parte integral en el proceso digestivo.
Boca
El proceso de digestión en realidad comienza antes de que los alimentos entren en la boca. La inhalación de los aromas que emanan de los alimentos puede hacer que su boca produzca saliva, que contiene compuestos y enzimas que comienzan a descomponer los alimentos una vez que entran en la boca. El proceso de masticación hace que las partículas de comida sean lo suficientemente pequeñas para que las enzimas digestivas en la saliva comiencen su trabajo.
Esófago
Una vez que se mastica la comida, se traga y entra al esófago. Según la Clínica Cleveland, el esófago es un tubo muscular que transporta alimentos masticados al estómago. El proceso de transportar alimentos al estómago a través del esófago requiere una serie de contracciones musculares conocidas como peristaltismo.
Estómago
El estómago realiza dos funciones diferentes durante el proceso de digestión. El estómago es una bolsa grande con paredes musculares que actúa como estación de almacenamiento de alimentos y como procesador de alimentos. Las paredes musculares del estómago convierten la comida en una sustancia líquida llamada quimo. El quimo tiene la consistencia de la avena. Además, el estómago segrega enzimas y ácidos adicionales que facilitan la descomposición de proteínas, grasas y alcohol.
Intestino delgado
Una vez que la comida se procesa en el estómago, llega al intestino delgado. El intestino delgado mide aproximadamente 17 pies de largo y se divide en tres secciones: el duodeno, el yeyuno y el íleon. Los alimentos del estómago ingresan al duodeno donde se liberan las secreciones biliares y pancreáticas para descomponer aún más los alimentos. Cuando los alimentos digeridos alcanzan el íleon, la parte final del intestino delgado, los nutrientes de los alimentos se absorben en el torrente sanguíneo y se envían al hígado, donde se almacenan o se envían a otras partes del cuerpo.
Hígado, vesícula biliar y páncreas
El hígado, la vesícula biliar y el páncreas ayudan a digerir y descomponer las grasas. Crédito: Digital Vision./Photodisc/Getty ImagesSegún KidsHealth.org, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas juegan un papel vital en el proceso digestivo, aunque técnicamente no forman parte del tracto digestivo. El hígado produce bilis, que es un compuesto esencial para que el cuerpo absorba las grasas. El páncreas segrega enzimas que son esenciales para la digestión de proteínas, carbohidratos y grasas. El hígado también maneja y procesa los nutrientes que se absorben del intestino delgado.
Intestino grueso
El proceso de digestión termina con la defecación. Crédito: JordiDelgado / iStock / Getty ImagesLa etapa final del proceso de digestión ocurre en el intestino grueso. El intestino grueso se compone de tres partes: el ciego, el colon y el recto. El papel del intestino grueso en el proceso de digestión es absorber todo el agua restante de los alimentos y compactar los desechos en un paquete apretado y compacto para permitir la defecación. La defecación es el proceso por el cual los desechos sólidos se excretan del cuerpo.