Los efectos secundarios de la mala nutrición no ocurren de la noche a la mañana. Se desarrollan con el tiempo al comer una dieta que carece de nutrientes vitales y que toman malas decisiones de estilo de vida. La buena noticia es que puedes hacer cambios antes de que sea demasiado tarde. Centrarse en una dieta saludable que incluya frutas y verduras frescas, nueces, granos integrales, productos lácteos bajos en grasa, legumbres, pescado, aves y grasas insaturadas, al tiempo que elimina la comida procesada y basura, puede ayudarlo a evitar los efectos secundarios de la mala nutrición.
Mayor riesgo de cáncer
La nutrición juega un papel importante en el desarrollo y el tratamiento del cáncer, según los Institutos Nacionales de Salud. Un estudio publicado en "Nutrition and Cancer" en 1992 señaló que los estudios que examinaron la relación entre la ingesta de frutas y verduras y ciertos tipos de cáncer revelaron una fuerte evidencia de un efecto protector del consumo de frutas y verduras en los cánceres de páncreas y estómago, así como el cáncer de mama. y cánceres de cuello uterino, ovario y endometrio.
Sube la presión arterial
La presión arterial anormalmente alta, conocida como hipertensión, es una afección grave que puede resultar de una nutrición deficiente. Un artículo publicado en "Nutrición maternoinfantil" en 2005 señaló que los estudios realizados en Brasil con respecto a la doble carga de obesidad y mala nutrición del país sugieren que una mala nutrición crónica aumenta el riesgo no solo de hipertensión, sino también de obesidad en la edad adulta.. Los datos refuerzan la asociación entre la mala nutrición y la hipertensión desde la infancia hasta la edad adulta.
Contribuye a la pérdida cognitiva
Debido a que ciertos nutrientes, como la vitamina B-12 y el hierro, son esenciales para la función cerebral adecuada, una deficiencia en esos nutrientes puede ocasionar problemas de memoria y cognición que pueden afectar la capacidad de usar información simple a compleja de manera adecuada a diario. Un resumen publicado en "Intervenciones clínicas en el envejecimiento" en enero de 2014 señaló que un estudio realizado para evaluar la interacción entre el deterioro cognitivo y el estado nutricional de los sujetos mostró claramente que la desnutrición puede desempeñar un papel importante en la progresión de la pérdida cognitiva.
Promueve la obesidad
Tener sobrepeso significativo es mucho más que apariencia. Los kilos de más pueden provocar problemas de salud desafiantes. El consumo excesivo de calorías en las bebidas azucaradas, así como en los alimentos fritos, refinados y procesados, típicamente ricos en grasas saturadas, puede conducir al aumento de peso. Según los Centros para el Control de Enfermedades, la obesidad contribuye a problemas como hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, enfermedad de la vesícula biliar, osteoartritis, apnea del sueño, problemas respiratorios y algunos tipos de cáncer. La obesidad también puede aumentar los riesgos de dislipidemia, que es una elevación de los lípidos en la sangre.