Aunque ambos tienen beneficios para la salud, descansar en la sauna y participar en un entrenamiento cardiovascular produce resultados muy diferentes. Las actividades cardiovasculares, como una clase de aeróbicos, caminatas rápidas o natación en el regazo, hacen que su corazón bombee, desarrolle resistencia, aumente su tasa metabólica y conduzca a una mejor salud general. Pasar un tiempo en la sauna también puede aumentar su ritmo cardíaco, y el calor agradable ayuda a calmar y relajar los músculos doloridos y tensos, pero la sauna no puede igualar los beneficios para la salud del ejercicio cardiovascular.
Cardio para la salud
Participar en un programa estándar de ejercicio cardiovascular durante al menos 150 a 300 minutos por semana, podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular hasta en un 40 por ciento, según la American Heart Association. Los beneficios adicionales del ejercicio cardiovascular incluyen pérdida de peso, presión arterial baja, mayor resistencia y mejores niveles de colesterol en la sangre. Cuando participa regularmente en ejercicio aeróbico, el uso de oxígeno por parte de su cuerpo mejora y puede tener energía más duradera para completar sus tareas diarias.
Absorbiendo el calor
Con reminiscencias de las cabañas de sudor de los nativos americanos, las saunas cuentan con aire húmedo o seco, calentado hasta 185 grados Fahrenheit. A los pocos minutos de ingresar a la sauna, su frecuencia cardíaca aumenta en un 30 por ciento o más a medida que su cuerpo dirige el flujo de sangre a la superficie de su piel. El calor puede ser relajante y agradable, pero Harvard Health Publications recomienda que no permanezca en una sauna caliente más de 20 minutos por vez. Omita la sauna por completo si se siente mal y si siente molestias durante una sesión de sauna, salga de inmediato.
Pérdida de peso
Puede sudar temporalmente el peso del agua en una sauna tostada, pero el ejercicio aeróbico quema calorías gordas. Harvard Medical School estima que la persona promedio pierde alrededor de una pinta de agua, a través de la transpiración, durante una sesión típica de sauna. A menos que esté reteniendo agua para empezar, sudar una o dos libras no contribuirá a la pérdida de peso a largo plazo. El ejercicio cardiovascular, por otro lado, contribuye a la pérdida de peso al quemar calorías grasas y desarrollar músculo, lo que a su vez puede acelerar su metabolismo.
Lo mejor de ambos mundos
Dado que el ejercicio cardiovascular y sentarse en la sauna ofrecen beneficios muy diferentes, si tiene buena salud, no hay razón por la que no pueda disfrutar de ambas actividades. Programe su sauna para después de su entrenamiento cardiovascular para mantener sus músculos calientes y flexibles después del esfuerzo. Beba mucha agua fresca durante su entrenamiento y después de su sauna para reemplazar los líquidos vitales perdidos durante ambas actividades. Dado que los ejercicios cardiovasculares y las sesiones de sauna aumentan la frecuencia cardíaca, hable con su médico antes de agregar cualquiera de ellos a su rutina de salud regular.