La digestión de la carne comienza en la boca cuando mastica, incluso antes de llegar al estómago o los intestinos. En su mayor parte, la mala digestión de la carne probablemente se puede ajustar con unos simples cambios. En algunos casos, los problemas de digestión pueden ser un signo de una afección más grave, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn. Si nota problemas crónicos cada vez que come carne, hable con su médico acerca de sus preocupaciones para descartar cualquier condición de salud.
Masticación
La carne requiere mucha masticación en la boca antes de tragar. Experimentar gases, hinchazón, diarrea, calambres o estreñimiento cada vez que come carne puede originarse por una masticación inadecuada. Si no mastica la carne durante un período de tiempo lo suficientemente largo, puede tragar trozos grandes que su cuerpo no puede descomponer. La próxima vez que comas un trozo de pollo a la parrilla o un filete chamuscado, toma bocados más pequeños, deja el tenedor y el cuchillo entre cada bocado y disfruta del sabor mientras extiendes tu tiempo de masticación. Descomponer la carne en la boca no requiere que su tracto digestivo trabaje tan duro durante la digestión, posiblemente aliviando problemas con una mala digestión.
Falta de fibra
Sufrir una mala digestión cuando comes carne puede deberse a una falta de fibra en tu dieta. La fibra es un tipo de carbohidrato no digerible que recorre su tracto digestivo, relativamente intacto, eliminando los desechos y ayudando a la digestión. La próxima vez que incluya carne en una comida, llene la mitad de su plato con verduras al vapor con alto contenido de fibra, como brócoli, judías verdes, espinacas o coles de Bruselas. Para una salud digestiva óptima, el Instituto Linus Pauling recomienda que las mujeres tengan al menos 25 gramos y los hombres 38 gramos de fibra por día. La carne no proporciona fibra, pero las verduras tienen aproximadamente 3 gramos por 1/2 taza cocida o 1 taza de porción cruda.
Tamaño de la porción
Sufrir de indigestión u otros problemas digestivos después de comer carne puede estar relacionado con tener una porción grande. Las proteínas y las grasas tardan mucho en descomponerse. Si con frecuencia siente molestias después de comer carne en su comida, reduzca el tamaño de su porción. Por ejemplo, si normalmente tiene un filete de 6 onzas para la cena un par de veces por semana, córtelo en un filete de 3 o 4 onzas o compártalo con su pareja. Disfrutar de un corte de carne más pequeño puede ser más fácil de digerir para su cuerpo.
Otras Consideraciones
Los alimentos grasos o grasosos pueden provocar problemas de digestión. Evite problemas de digestión seleccionando cortes magros de carne, como pechuga de pollo sin piel, solomillo de res o lomo de cerdo, y elimine el exceso de grasa. Reduzca la grasa al asar con un spray antiadherente en lugar de mantequilla o aceite. También debe considerar otras partes de su comida, como su bebida y guarnición. Emparejar carne con alcohol, por ejemplo, puede causar indigestión e incomodidad cuando bebe demasiado. Tener una guarnición grasosa o cubrir su carne con un queso graso también puede conducir a una mala digestión, ya que su cuerpo tiene que trabajar duro para digerir la ingesta masiva de grasas.