Cuanto más se investigan los arándanos, más podemos ver que tienen una buena nutrición para ofrecer. Los arándanos contienen cantidades significativas de antocianadinas, compuestos antioxidantes que producen azules, púrpuras y rojos en frutas y verduras. Los arándanos contienen ácido elágico, otro fitoquímico que protege a las células del daño. Los arándanos son una buena fuente de vitamina C, E, manganeso y fibra. El grupo vaccinum (el nombre latino de la familia), que incluye arándanos y arándanos, puede ayudar a prevenir la infección del tracto urinario y el cáncer. En 1999, el NIH aprobó la investigación que muestra que los arándanos son efectivos para reducir los efectos de la edad en el tejido neural.
Arándanos Enteros Frescos
En el verano, los arándanos se pueden encontrar frescos y son relativamente baratos. Comer arándanos frescos proporciona fibra, contenido de agua y más vitamina C y potasio que las bayas conservadas. Con menos menos 90 calorías por taza, los arándanos frescos son una buena merienda baja en calorías o una adición a los cereales, panes y ensaladas. Tienen un índice glucémico bajo en comparación con la mayoría de las frutas. Los arándanos frescos también son un gran refrigerio para los niños, ya que son dulces, pequeños y portátiles, y no requieren más que un buen lavado para prepararlos. Debido a la gran cantidad de pectina (un carbohidrato complejo y un agente espesante natural) en ellos, los arándanos son excelentes para mermeladas, jaleas y salsas.
Arándanos congelados
Arándanos secos
Los arándanos secos, bastante caros, pero que valen su peso en oro nutricional, son una excelente fuente de fibra, carbohidratos complejos y antioxidantes. Las bayas secas son excelentes para acampar y caminar, y se pueden usar en granolas, biscotti y cereales calientes, o simplemente se pueden llevar en una mochila para una merienda rápida y saludable. Si bien la congelación puede destruir parte del contenido de vitaminas, el secado también lo hace, eliminando prácticamente la mayor parte de la vitamina C y E, pero concentrando los minerales como el calcio y la fibra, eliminando casi toda el agua. Los estudios demuestran, sin embargo, que la mayoría de los métodos de secado retienen en gran medida las propiedades antioxidantes altamente calificadas de los arándanos. Y aunque las bayas silvestres en cualquier forma pueden tener valores ligeramente más altos para la nutrición, las bayas cultivadas de manera convencional son aún más altas en antioxidantes, fibra y muchas vitaminas y minerales que otras frutas.