La esteatohepatitis no alcohólica, una forma más grave de enfermedad del hígado graso no alcohólico, es una afección caracterizada por depósitos de grasa, inflamación y daños en el hígado. Se recomienda a las personas con esta afección que pierdan el exceso de peso y hagan más ejercicio para ayudar a limitar la progresión de su enfermedad. La dieta puede desempeñar un papel tanto en el desarrollo como en el tratamiento de la NASH, que afecta hasta al 5 por ciento de la población de los EE. UU., Por lo que es importante seguir una dieta sana y equilibrada.
Límite de fructosa
El Dr. Manal F. Abdelmalek de la Universidad de Duke recomienda una dieta baja en azúcares refinados, especialmente fructosa. Un estudio publicado en "Hepatology" en junio de 2010 encontró que las personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico que consumían fructosa cada día tenían casos más avanzados de la enfermedad que aquellos que consumían fructosa con menos frecuencia. Limitar la cantidad de fructosa que consume puede ayudar a evitar que la enfermedad del hígado graso se convierta en NASH y retrasar la progresión de NASH. La fructosa se encuentra en bebidas azucaradas, frutas y jugos de frutas y muchos alimentos procesados.
Limite el colesterol
El colesterol dietético, que se encuentra en productos de origen animal, como lácteos, carne, aves, mariscos y huevos, también puede desempeñar un papel en el desarrollo de NASH. El colesterol en la dieta puede aumentar la inflamación asociada con NASH, según un estudio en animales publicado en "Hepatology" en agosto de 2008. También puede aumentar los niveles de colesterol en la sangre, que tienden a ser altos en personas que padecen esta afección hepática.
Limite la grasa y el alcohol
Las dietas ricas en grasas pueden desencadenar NASH en algunas personas, según un artículo publicado en "Nutrición" en 2008. Este tipo de dieta también hace que sea más probable que se vuelva obeso, que es otro factor de riesgo para NASH. Las personas con NASH no deben tomar bebidas alcohólicas porque esto pone más estrés en el hígado.
Otras consideraciones dietéticas
El estrés oxidativo puede desempeñar un papel en el desarrollo de NASH, por lo que aumentar el consumo de antioxidantes puede ser beneficioso, aunque la investigación es preliminar, según un estudio de 2011 publicado en el "European Journal of Medical Research". Las personas con NASH también tienden a tener bajos niveles de antioxidantes en la sangre. Los antioxidantes potencialmente beneficiosos incluyen betaína, vitamina E y selenio. Aunque los suplementos contienen mayores cantidades de antioxidantes que los alimentos, comer alimentos ricos en antioxidantes también puede ayudarlo a aumentar su ingesta. Las espinacas, las almendras, los cacahuetes y las semillas de girasol son buenas fuentes de vitamina E, y puede obtener selenio comiendo camarones, atún, nueces de Brasil, pavo, carne de res, huevos o espinacas. La betaína proviene de la remolacha, la espinaca, el brócoli, los mariscos y los granos.