El molibdeno es un oligoelemento esencial que contribuye a las funciones del sistema nervioso y los riñones. El molibdeno también juega un papel en la producción de energía a nivel celular. Aunque las funciones específicas del molibdeno no se comprenden bien, la American Cancer Society señala que este elemento puede tener el potencial de contrarrestar los efectos dañinos de ciertos medicamentos contra el cáncer en el corazón y los pulmones. Debido a que la cantidad de molibdeno que su cuerpo requiere para una función saludable es muy pequeña, y el mineral se encuentra en muchos alimentos, la deficiencia es rara en los humanos.
Recomendaciones
Una asignación dietética recomendada, o RDA, para el molibdeno se estableció en 2001 y es de 45 microgramos para hombres y mujeres mayores de 19 años. La cantidad de molibdeno en los alimentos que come puede variar según la cantidad de molibdeno en el suelo en el que se cultivan estos alimentos. Frijoles, guisantes, lentejas, nueces, vegetales de hoja y el hígado proporcionan molibdeno.
Factores de riesgo
Las personas que tienen una condición genética que interfiere con su absorción de molibdeno, o que reciben nutrición por vía intravenosa debido a una enfermedad prolongada, pueden estar en riesgo de deficiencia de molibdeno. La mayoría de las personas sanas obtienen más que la dosis diaria recomendada de molibdeno de fuentes dietéticas. Según el Instituto Linus Pauling, el hombre estadounidense promedio recibe 109 mcg de este elemento de fuentes dietéticas cada día, y la mujer estadounidense promedio recibe 76 mcg por día.
Estudios de caso
Se han documentado muy pocos casos de deficiencia de molibdeno en humanos. Según la Biblioteca médica en línea de Merck Manuals, en 1967, un niño con un trastorno genético que inhibía la utilización de molibdeno mostró síntomas neurológicos y retrasos en el desarrollo como resultado de la deficiencia. Otra deficiencia documentada, publicada en un informe de noviembre de 1981 en el "American Journal of Clinical Nutrition", se refería a un hombre que recibió nutrición intravenosa durante 18 meses y desarrolló intolerancia a ciertos aminoácidos, componentes estructurales de las proteínas, como resultado de una insuficiencia molibdeno.
Síntomas
Según estudios de casos limitados, una deficiencia de molibdeno puede causar trastornos metabólicos que conducen a retrasos en el desarrollo, convulsiones, alteraciones visuales y cambios neurológicos. El paciente en el informe del caso "American Journal of Clinical Nutrition" de 1981 sufría de dolores de cabeza, ceguera nocturna y una frecuencia cardíaca y respiratoria acelerada. El paciente eventualmente se volvió comatoso, pero se recuperó de sus síntomas después de que su solución nutricional se complementó con una forma de molibdeno. Se requiere más investigación clínica para determinar los efectos de la deficiencia de molibdeno en la dieta humana.