Después de que alguien ha sido diagnosticado con cáncer, las pérdidas actuales o anticipadas, como el control de la vida diaria, la salud e incluso la vida misma, pueden contribuir al duelo. El experto en duelo David Kessler describe cinco etapas de duelo comúnmente reconocidas: negación, enojo, negociación, depresión y aceptación, como el marco para aprender a vivir con pérdida. Sin embargo, tenga en cuenta que no todos los que sufren están experimentando todas estas etapas o las atraviesan en un orden particular.
Negación
La negación lo ayuda a sobrevivir a las noticias que son demasiado difíciles de manejar. Abrumado por sentimientos de conmoción o entumecimiento, solo agarras todo lo que puedes aceptar en este momento. Según la Clínica Mayo, un corto período de negación puede ser un mecanismo de afrontamiento saludable, pero la negación también puede evitar que trates de manera efectiva los problemas que requieren acción, como una crisis de salud o problemas financieros. A medida que la negación se desvanece, puede comenzar a confrontar los sentimientos que fueron demasiado dolorosos para tratar inicialmente.
Ira
La ira indica aceptación pero angustia con el diagnóstico de cáncer. Tienes derecho a sentirte enojado en respuesta a tu dolor y a expresar tu preocupación, pero no dejes que la ira te saque lo mejor de ti. Hablar con familiares, amigos, personal médico y otras personas con cáncer es una forma saludable de controlar sus sentimientos. Así que estás haciendo ejercicio y expresando tus pensamientos dolorosos en un diario.
Negociación
La culpa puede arrastrarse durante la etapa de negociación del dolor. Según Kessler, puede perderse en un laberinto de declaraciones "Si tan solo…", culpándose a sí mismo por no hacer algo para evitar el cáncer. O bien, puede intentar negociar para evitar pérdidas futuras, como cambiar su estilo de vida o prometerle a Dios que cambie ciertos comportamientos a cambio de la recuperación.
Tristeza y depresión
Enfrentar el cáncer y las pérdidas que conlleva comprensiblemente conduce a una gran tristeza. Puede tener problemas para dormir y concentrarse, puede que le falte la energía habitual o puede encontrarse llorando inesperadamente. Estas son reacciones normales, pero ¿alguna vez saldrás de tu oscuridad? Hablar con un consejero profesional o participar en un grupo de apoyo puede ayudar. Cuando alguien tiene múltiples signos de depresión todos los días durante dos semanas o más, o los síntomas son lo suficientemente significativos como para interferir con las actividades cotidianas, la Sociedad Americana del Cáncer recomienda la evaluación y posiblemente el tratamiento por parte de un profesional calificado.
Aceptación
La aceptación no se trata de dejar ir tu dolor. Significa que ha aceptado que el cáncer es parte de su vida, una nueva normalidad. Has dejado de intentar recuperar lo que has perdido y estás pasando a nuevas experiencias. Aunque todavía puede sentir el dolor asociado con el diagnóstico de cáncer, acepta su realidad y continúa con su vida, para bien o para mal.