El consumo frecuente de agua es esencial para su supervivencia, ya que al menos el 70 por ciento de su cuerpo está compuesto por el líquido. La baja ingesta de agua conduce rápidamente a la deshidratación, lo que provoca el desarrollo de una variedad de problemas de salud. En respuesta a la deshidratación, su cuerpo aumenta su producción de colesterol para mantener las membranas celulares húmedas y flexibles, lo que permite que los tejidos intercambien nutrientes por desechos de manera eficiente. El bajo consumo de agua también reduce el volumen y la velocidad de flujo de la sangre, lo que puede aumentar el riesgo de acumulación de colesterol en las arterias.
Bajo consumo de agua
Sesenta y cuatro onzas de agua, divididas en ocho vasos de ocho onzas espaciadas uniformemente durante el día, a menudo se recomiendan como un nivel saludable de hidratación diaria, pero sus necesidades individuales variarán y dependerán de su tamaño, tasa metabólica, nivel de actividad y temperatura de su entorno. De acuerdo con el libro "Metabolismo humano: diversidad e integración funcional", es importante darse cuenta de que su respuesta a la sed generalmente no se activa hasta que ya está ligeramente deshidratado, por lo que beber agua todos los días, independientemente de la sed, es la mejor estrategia..
Síntomas de deshidratación
Los síntomas de deshidratación pueden ocurrir rápidamente y tomarlo por sorpresa. Según MayoClinic.com, los síntomas iniciales de deshidratación incluyen sequedad de boca y labios, sed leve, cansancio, disminución de la producción de orina, dolor de cabeza y mareos, mientras que los síntomas graves incluyen sed severa, confusión, calambres, falta total de sudor y orina, ojos hundidos, presión arterial baja, latidos cardíacos rápidos y respiración rápida. Un efecto menos obvio de la deshidratación es el cambio en la forma en que su cuerpo maneja el colesterol.
Niveles de deshidratación y colesterol
De acuerdo con el libro "Fisiología humana: un enfoque integrado", la deshidratación crónica puede aumentar los niveles circulantes de colesterol en la sangre a medida que su cuerpo intenta producir más y depositarlo dentro de las membranas celulares para mantener la flexibilidad y evitar una mayor pérdida de agua. Según un estudio canadiense publicado en una edición de 1994 de la revista "Clinical and Investigative Medicine", se descubrió que la deshidratación durante el ayuno aumenta los niveles de colesterol sérico total, incluidos el colesterol HDL, el colesterol LDL y las apolipoproteínas A-1 y B. Sin embargo, investigaciones adicionales es necesario antes de poder afirmar que beber mucha agua puede reducir los niveles de colesterol en la sangre.
Deshidratación y bajo volumen de sangre
La deshidratación disminuye el volumen sanguíneo, lo que afecta la presión arterial y el flujo sanguíneo. Cuando se libera colesterol adicional en el torrente sanguíneo debido a la deshidratación, tiene una mayor probabilidad de depositarse en las paredes arteriales debido a la tasa de flujo reducida. La acumulación de colesterol puede eventualmente endurecerse en una placa, lo que lleva a la aterosclerosis y aumenta el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.