Identificar la patología del hormigueo y la pérdida de fuerza en las manos es el primer paso para aliviar los síntomas. Muchas afecciones contribuyen al malestar y la debilidad de las manos; tanto las lesiones como las enfermedades pueden promover síndromes en las manos. La lesión traumática del conducto del túnel carpiano o los nervios del plexo braquial puede provocar hormigueo y disminuir la fuerza en las manos. Las condiciones que promueven la incomodidad y la debilidad de las manos incluyen espondilosis cervical y neuropatía periférica. Ya sea causado por una lesión traumática o una afección crónica, existen tratamientos para reducir sus síntomas.
Síndrome del túnel carpiano
Ubicado en sus muñecas, el pasaje del túnel carpiano encapsula el nervio mediano y los tendones en control de la función de la mano. La compresión del pasaje causa entumecimiento, pérdida de fuerza y dolor en las manos. El embarazo, el cáncer de mama, la menopausia, la lesión traumática de la muñeca y el movimiento repetitivo aumentan la probabilidad de desarrollar el síndrome del túnel carpiano. Las afecciones médicas como el lupus, el hipotiroidismo, la diabetes y la artritis reumatoide también contribuyen a la compresión del túnel carpiano. Los tratamientos incluyen opciones no invasivas como fisioterapia y restricción de actividad. Los casos severos requieren una liberación quirúrgica del pasaje.
Espondilosis cervical
Los discos degenerados en la columna cervical causan espondilosis cervical, que generalmente se encuentra en personas mayores de 55 años. Cuando se acompaña de compresión del nervio de la médula espinal, la espondilosis cervical se revela como hormigueo, dolor o debilidad en las manos. Para casos menores, las medidas de tratamiento conservador pueden ayudar, y los médicos generalmente prescriben fisioterapia como el primer curso de tratamiento. Cuando otros tratamientos fallan, su médico puede recomendar una intervención quirúrgica. Las alternativas a la cirugía incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroideos e inyecciones anestésicas de esteroides en la columna cervical.
Plexo braquial
Los nervios del plexo braquial transmiten señales neurológicas a las manos. El desgarro o el estiramiento traumático de este haz de nervios constituye una lesión. Aunque las lesiones traumáticas constituyen la mayor parte de la etiología del plexo braquial, un síndrome raro llamado Parsonage-Turner también causa inflamación del haz nervioso. Dañar los nervios del plexo braquial puede provocar pérdida de fuerza y hormigueo en las manos. El tratamiento conservador funcionará para la inflamación o las lesiones por estiramiento, pero un nervio desgarrado del plexo braquial requiere cirugía. La formación de tejido cicatricial en un plexo braquial estirado puede requerir cirugía para la eliminación del tejido cicatricial. Las opciones de tratamiento no quirúrgico incluyen fisioterapia y medicamentos que contienen opiáceos; Las técnicas quirúrgicas incluyen el injerto de nervios y la transferencia muscular o nerviosa.
Neuropatía periférica
La neuropatía periférica puede surgir de una lesión, enfermedad o infección y puede incluir hormigueo y pérdida de la fuerza de la mano. El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares cita las lesiones traumáticas como la causa más común. Otras dolencias como diabetes mellitus, insuficiencia renal, VIH y deficiencia de vitaminas también aumentan la probabilidad de desarrollar neuropatía periférica. El tratamiento de esta afección comienza con la corrección de la patología subyacente. Los síntomas mejorarán cuando la causa subyacente esté bajo control. Las lesiones traumáticas pueden requerir cirugía. Masajear sus manos diariamente y emplear técnicas de entrenamiento de fuerza también funcionan para aliviar el hormigueo y la debilidad de las manos.