La vaina de mielina es una capa que cubre y protege los nervios del cerebro y la médula espinal. La mielina está hecha de una sustancia grasa y permeable y su función principal es transmitir impulsos a lo largo de las células nerviosas que controlan varios procesos corporales, como el movimiento y la visión. Cuando la mielina está dañada, como ocurre con enfermedades como la esclerosis múltiple, los impulsos no se transmiten correctamente y las funciones corporales se ven afectadas, según MedlinePlus.
Vitaminas del grupo B
Las vitaminas B-12, la colina y el inositol protegen la vaina de mielina del daño, según la nutricionista Phyllis A. Balch, autora de "Prescription for Nutritional Healing". Específicamente, la forma de metilcobalamina de la vitamina B-12 podría aumentar la producción de proteínas que regeneran las células nerviosas, lo cual es particularmente útil para la vaina de mielina. La dosis recomendada de vitamina B-12 es de 1, 000 microgramos, dos veces al día.
L-glicina
La glicina es un aminoácido necesario para desarrollar músculos y tejidos. El aminoácido se usa típicamente para reparar tejidos conectivos que han sido dañados, incluida la vaina de mielina. La glicina es particularmente efectiva para tratar la función del sistema nervioso central. El consumo excesivo de glicina puede causar fatiga, y una cantidad adecuada mejorará los niveles de energía. La dosis recomendada es de 500 miligramos dos veces al día con el estómago vacío.
Ácidos Grasos Omega-3
Los ácidos grasos Omega-3 pueden reparar la vaina de mielina porque nutre el contenido de grasa del recubrimiento protector, según Balch. Los aceites Omega-3 se pueden encontrar en el aceite de linaza, el aceite de nuez y los suplementos de aceite de pescado. Balch recomienda consumir el aceite tres veces al día con las comidas y seguir las instrucciones de dosificación del suplemento.
